RTVE cancela un programa de La 2 tras cinco temporadas

RTVE ha sacudido a la audiencia cultural con la cancelación de ‘El condensador de fluzo’ tras cinco temporadas. El anuncio marca el final de uno de los formatos más singulares de La 2, un programa que logró convertir la divulgación histórica en un refugio amable, divertido y con personalidad propia.

RTVE vuelve a colocarse en el centro de la conversación televisiva tras anunciar la cancelación de ‘El condensador de fluzo’, uno de los programas más singulares y reconocibles de La 2. La noticia cayó como un balde de agua fría entre los seguidores habituales del espacio, acostumbrados a que este formato de divulgación histórica aportara un respiro cultural en la parrilla. Durante cinco temporadas, el programa demostró que era posible combinar entretenimiento y rigor sin perder frescura, algo poco habitual en la televisión generalista actual, por lo que su final se siente como el cierre de una etapa que había encontrado un hueco propio.

La confirmación del fin llegó a través de Miguel Ángel Cajigal, El Barroquista, colaborador del programa, quien comunicó en redes que RTVE no renovaría ‘El condensador de fluzo’. Esa frase fue suficiente para activar el descontento de una comunidad que siempre lo defendió con convicción. La reacción, más emocional que numérica, reabre un debate sobre el lugar de los contenidos culturales en un panorama televisivo dominado por la inmediatez. Y, como suele ocurrir, la respuesta del público demuestra que ciertos formatos, aunque modestos en audiencia, construyen vínculos que van más allá de los datos.

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Lo que esta despedida supone para La 2 y para el público

“Una despedida difícil para La 2”. Fuente: RTVE.es

La cancelación obliga a pensar en el futuro de la divulgación cultural dentro de RTVE, que enfrenta el dilema de mantener su misión de servicio público sin ignorar la presión de las cifras. ‘El condensador de fluzo’ mostraba que aún existe un público que valora la divulgación entretenida y bien construida, un público que pide espacio pero que no siempre alcanza los números que un canal necesita para sostener un formato durante muchos años.

Ahora queda abierta la puerta para que La 2 reconfigure su apuesta cultural. La ausencia del programa deja un vacío, pero también una oportunidad para crear nuevos formatos que recojan su espíritu y lo adapten al presente. Su legado quizá no esté tanto en su final como en lo que consiguió durante cinco temporadas, que fue demostrar que la historia, contada con cercanía, también puede emocionar, entretener y crear comunidad.

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