Nueva señal de la DGT: 200 euros y 4 puntos por un vicio al volante que todos repiten en carretera para “no perder tiempo”

La DGT ha estrenado una nueva señal específica que avisa de controles automáticos de la distancia de seguridad y que ya se está desplegando en distintos tramos conflictivos de la red de autovías. Ignorarla puede costar 200 euros y 4 puntos del carné.

La DGT ha puesto el foco en un vicio muy extendido al volante: circular demasiado cerca del vehículo precedente, especialmente en autopistas y autovías, donde las prisas y la sensación de falso control hacen que muchos olviden la distancia de seguridad mínima. Esta conducta se considera una infracción grave porque multiplica el riesgo de colisiones por alcance, uno de los tipos de accidente más habituales en vías rápidas. Para combatirlo, Tráfico ha combinado nuevas señales, radares específicos y campañas informativas.

La nueva señal de control de distancia se suma al catálogo oficial con un objetivo muy concreto: avisar al conductor de que entra en un tramo vigilado por dispositivos que miden, de forma automática, la separación entre vehículos. No se trata de una recomendación blanda, sino de un aviso directo de que, si no se respeta ese margen, puede llegar una sanción económica importante y la pérdida de puntos. Aun así, muchos siguen pegándose al coche de delante por inercia o por la falsa idea de que así llegarán antes.

QUÉ SIGNIFICA LA NUEVA SEÑAL QUE VIGILA LA DISTANCIA

YouTube video

La nueva señal informa de que entras en un tramo donde un sistema tecnológico controla la separación mínima entre vehículos, normalmente mediante radares o sensores instalados en la propia vía. Su diseño muestra dos coches y una referencia de metros, dejando claro que el foco no es la velocidad, sino el espacio libre entre uno y otro. Ignorar este mensaje implica asumir que cualquier aproximación excesiva puede quedar registrada y convertirse en una denuncia automática.

Publicidad

Además, esta señal suele colocarse en zonas de alta siniestralidad por alcances, donde ya se ha detectado que muchos conductores circulan demasiado pegados al coche de delante. En algunos casos, se acompaña de paneles adicionales que explican si el control se mantiene en un punto concreto o en todo un tramo. El mensaje de fondo es sencillo: en autopista no basta con ir a la velocidad correcta, también es obligatorio respetar una distancia prudente, adaptable al tráfico y al estado de la calzada.

MULTA DE 200 EUROS Y PÉRDIDA DE 4 PUNTOS

No respetar la distancia de seguridad está catalogado como infracción grave y conlleva, con carácter general, una sanción mínima de 200 euros y la retirada de 4 puntos del permiso de conducir. Esta penalización se aplica cuando el conductor circula de forma que no podría detener el vehículo a tiempo ante una frenada brusca del que va delante, generando un riesgo claro de colisión. En casos especialmente peligrosos, la conducta puede llegar a considerarse temeraria y acarrear sanciones todavía mayores.

El despliegue de la nueva señal y de radares específicos hace que sea mucho más fácil detectar a quienes se pegan sistemáticamente al vehículo precedente. Hasta ahora, muchas de estas infracciones quedaban sin sancionar porque dependían de la presencia física de agentes. Ahora, en cambio, bastará con que el sistema registre que el tiempo o la distancia entre coches es inferior a la mínima exigida para que se tramite la denuncia. Por eso, seguir con este “vicio” puede salir mucho más caro de lo que parece.

POR QUÉ PEGARSE AL COCHE DE DELANTE ES TAN PELIGROSO

YouTube video

Circular a escasos metros del coche de delante reduce casi a cero el margen de reacción ante cualquier imprevisto: una frenada por retención, un objeto en la calzada o un cambio brusco de carril. A 120 km/h, el vehículo recorre decenas de metros en apenas un segundo, de modo que cualquier duda o distracción se traduce en un impacto casi inevitable si no existe un colchón de espacio suficiente. De ahí que los alcances múltiples sean tan frecuentes en autopistas cargadas.

Además, cuando varios conductores encadenan esta mala práctica, se crea una especie de “tren” de coches sin distancia de seguridad, donde cualquier frenazo se propaga en cadena y puede acabar en un choque múltiple. Este efecto dominó agrava las consecuencias de un simple despiste, porque no solo colisiona el primero que va demasiado cerca, sino también los que venían detrás copiando el mismo error. La DGT insiste en que mantener espacio no es una cortesía, sino una auténtica medida de autoprotección.

LA REGLA DE LOS DOS SEGUNDOS Y LOS METROS RECOMENDADOS

La forma más sencilla de calcular la distancia de seguridad en autopista es la regla de los dos o tres segundos: se elige un punto fijo en la carretera, como un panel o una señal, y se cuenta el tiempo que pasa desde que lo rebasa el coche de delante hasta que se llega a ese mismo punto. Si no se alcanzan al menos dos segundos, la separación es claramente insuficiente, por mucho que la sensación al volante sea de control total. En condiciones normales, la DGT aconseja que, a velocidades de autopista, se dejen como mínimo unos 70 metros entre vehículos, aumentando todavía más esa distancia con lluvia intensa, niebla o firme deslizante.

Publicidad

No se trata de una cifra exacta grabada en piedra, sino de una referencia visual para que el conductor tome conciencia de que el margen debe ser amplio. La clave es que, si surge una frenada imprevista, haya espacio y tiempo razonable para reaccionar sin colisionar. La forma más sencilla de interiorizarlo es pensar en la distancia de seguridad como en un airbag invisible que rodea al coche, algo que no se ve pero que está ahí para amortiguar errores propios y ajenos en plena autopista.

POR QUÉ TANTOS CONDUCTORES ARRIESGAN “PARA NO PERDER TIEMPO”

Muchos conductores reconocen que se acercan demasiado al coche de delante porque sienten que, si guardan más distancia, otro se les colará en el hueco y “perderán tiempo”. Esa mentalidad competitiva convierte la autopista en una especie de carrera silenciosa, donde el objetivo pasa a ser mantener el puesto a toda costa, incluso a costa de la seguridad. El problema es que ese supuesto ahorro de minutos es prácticamente inexistente frente al aumento real de riesgo.

También influye la falsa sensación de dominio que dan los coches modernos, con asistencias a la conducción y frenos muy eficaces, que hacen creer que siempre se podrá detener el vehículo a tiempo. Sin embargo, esos sistemas no anulan las leyes físicas ni compensan la distracción humana, el cansancio o un simple despiste al mirar el retrovisor. Al final, la distancia de seguridad sigue siendo el único seguro gratuito que evita que un error ajeno acabe en golpe, papeleo y, en el peor de los casos, lesiones graves.

LA DGT Y SU ESTRATEGIA PARA CAMBIAR ESTE HÁBITO

La DGT combina desde hace años campañas de concienciación, cambios normativos y controles específicos para intentar que la distancia de seguridad se convierta en un reflejo y no en una excepción. La introducción de la nueva señal y de radares dedicados busca precisamente reforzar ese mensaje donde más falta hace: en los tramos con más colisiones por alcance. Con ello, se pretende que el conductor asocie visualmente el peligro con un gesto muy concreto del día a día al volante.

Además de las sanciones, Tráfico insiste en que mantener espacio no solo protege al vehículo de delante, sino también al propio conductor y a quienes viajan con él. Cambiar este hábito implica asumir que llegar dos minutos antes nunca compensará el coste de un accidente, una retirada de puntos o un coche en el taller durante semanas. La apuesta del organismo es clara: que, cuando el conductor vea la nueva señal, levante el pie, abra hueco y convierta la distancia de seguridad en una rutina automática.

CÓMO ADAPTAR TU CONDUCCIÓN A LA NUEVA SEÑAL DE LA DGT

YouTube video

Cada vez que aparezca la nueva señal de control de distancia, el primer paso debería ser soltar ligeramente el acelerador y comprobar por los retrovisores si se circula pegado al coche de delante. Si el margen es pequeño, conviene abrir hueco de forma progresiva, sin frenazos, simplemente levantando el pie y dejando que el vehículo pierda algo de velocidad. En paralelo, resulta útil localizar un punto fijo para aplicar la regla de los dos segundos.

También es importante mantener la calma si otro conductor intenta invadir ese espacio de seguridad, evitando caer en el impulso de volver a pegarse para “recuperar el sitio”. Lo razonable es volver a abrir hueco, asumiendo que ese espacio es una barrera de protección y no un trozo de carretera desaprovechado. Con esa actitud, la nueva señal deja de ser una amenaza de multa y se convierte en un recordatorio visual de que, en la autopista, el tiempo que realmente cuenta es el que se gana evitando sustos.

Publicidad
Publicidad