El aparato digestivo es ese sistema que solemos dar por sentado hasta que un día empieza a protestar, a hincharse, a recordarnos que algo no va bien. Muchas personas se levantan con el abdomen plano y, a medida que avanza el día, notan cómo la hinchazón se instala y termina arruinando la comodidad, el ánimo y hasta la relación con la comida, pues el aparato digestivo, cuando se desequilibra, no solo genera molestias físicas, sino que también afecta el bienestar general.
La psiconeuroinmunóloga Blanca Gómez insiste en que entender qué está sucediendo es el primer paso para volver a sentirnos bien, sin normalizar esa sensación de pesadez que tantas veces se arrastra durante horas. También nos recuerda que el aparato digestivo funciona como un engranaje sensible que responde a lo que comemos, a cómo comemos y a cómo vivimos emocionalmente, y aunque algunas causas requieren atención médica, muchas otras se pueden corregir con cambios simples en la rutina, desde revisar la alimentación hasta reducir el estrés que tanto influye en la motilidad intestinal.
3El papel de la fitoterapia
La psiconeuroinmunóloga propone además apoyarse en la fitoterapia como complemento, nunca como sustituto del tratamiento médico. En este punto, recalca el uso de ciertas especias que ayudan a aliviar el malestar digestivo. El tomillo, explica, calma espasmos y reduce gases; el orégano contribuye en casos de sobrecrecimiento bacteriano; y las semillas de pomelo son útiles para modular hongos y levaduras; todas herramientas sencillas que pueden incorporarse directamente a las comidas diarias.
No se trata de soluciones milagrosas, sino de acompañamientos que ayudan al aparato digestivo a recuperarse cuando está sobrecargado o irritado. Cambiar algunas preparaciones, reducir alimentos problemáticos y sumar ingredientes que favorecen el equilibrio interno puede convertirse en un gesto pequeño, pero con impacto duradero. Y al final, lo que propone Gómez es dejar de normalizar el malestar y aprender a escuchar el cuerpo para devolverle la comodidad que nunca debería perder.






