Perder peso aparece cada vez más en conversaciones cotidianas y, sin embargo, sigue siendo uno de los objetivos que más frustración genera. No por falta de voluntad, sino porque abundan los consejos contradictorios, los métodos exprés y las expectativas que no se corresponden con la vida real. En una entrevista reciente, el nutricionista Miguel López Moreno retoma el tema desde un ángulo menos estridente, explicando que perder peso no pasa por eliminar grupos enteros de alimentos ni por someterse a rutinas imposibles, sino por entender cómo responde el cuerpo cuando se alimenta con sentido y no con culpa.
En ese diálogo, el especialista subraya que perder peso de forma sostenible exige paciencia y una mirada más honesta sobre aquello que realmente sacia. Insiste en que el éxito no se atiene a trucos espectaculares, sino a la calidad de los alimentos y al equilibrio energético. Y lo hace desmontando mitos muy extendidos, como la idea de que solo las proteínas animales garantizan plenitud o que el ayuno, por sí solo, puede domar el apetito. Su enfoque es directo, sin dramatismos y con la intención clara de despojar a la nutrición de tanta confusión.
2Un replanteamiento necesario sobre las proteínas animales
Otro tramo de la entrevista se centra en el rol de las proteínas animales en la saciedad. El especialista observa que, aunque pueden formar parte de una dieta equilibrada, no son el pilar insustituible que se ha querido instalar durante años. Incluso advierte que su consumo excesivo puede complicar ciertos procesos metabólicos y elevar indicadores asociados a enfermedades crónicas. En este punto, señala directamente a la carne roja y los huevos, cuyas implicaciones, recuerda, están ampliamente documentadas.
El doctor también llama la atención sobre la forma en que algunos estudios han minimizado estos riesgos, enfatizando que no siempre es transparente quién financia qué investigación. Su propuesta es colocar más confianza en las proteínas vegetales, no solo porque son suficientes, sino porque aportan fibra y antioxidantes que promueven saciedad profunda y reducen la inflamación. Dos factores que facilitan perder peso sin caer en restricciones imposibles de sostener.






