Mi abuela siempre decía, las lentejas sanan, pero solo si las preparas bien. Y hoy te voy a mostrar por qué ella tenía toda la razón. Todo el mundo te dice que las lentejas son un superalimento lleno de proteínas, minerales y fibra. Pero lo que casi nadie te cuenta es que las lentejas también tienen lectinas que inflaman tu intestino y pueden generar permeabilidad intestinal. Se trata de los fitatos que secuestran hasta el 60% del hierro, zinc, calcio y magnesio, taninos que reducen la digestibilidad de las proteínas y oligosacáridos que fermentan en tu colon provocando gases e inflamación.
A estas sustancias se les llama antinutrientes. Pero nuestras abuelas jamás se preocuparon por eso, porque ellas tenían el secreto para eliminar todos esos antinutrientes. Esto lo ha confirmado la chef con estrella Michelin Georgina Tabares quien explica que «muchas personas desisten de saborear un plato de lentejas por el temor a los gases y la inflamación que pueden ocasionar si no se preparan adecuadamente».
4LAS LENTEJAS SON CLAVE Y ESTOS ALIMENTOS TAMBIÉN
Iniciamos con una alternativa que queda perfecta para comenzar con buen pie la semana. El desayuno recomendado son 4 huevos revueltos con una tostada integral con crema de aguacate y un puñado de frutos secos; todo lo que necesitas para reponer energías tras las largas horas de ayuno. Por su parte, el yogur es uno de los alimentos más valiosos del mundo de la nutrición y en tal sentido, su combinación con otras alternativas saludables, se transforma en un plato tan flexible que no te permite aburrirte de la dieta:
- Manzana y nueces: Ayuda a quemar grasa y mejora la concentración
- Avena y almendras: Alivia el estreñimiento y favorece la apariencia de la piel
- Arándanos y granola: Permite una mejor digestión y ofrece mayor saciedad
- Fresas: Ideal para la salud bucal
- Plátano y granola: Potente alternativa para recuperar la energía después del ejercicio
- Fresas y frambuesas: Ideal para mantener a raya los virus y combatir los radicales libres en sangre
Además, el yogur no solo se limita a un plato para el desayuno, también sirve como aderezo para ensaladas, merienda o cena ligera; todo depende de cómo lo integres a tu dieta. Los expertos en nutrición recomiendan su consumo entre 3 y 5 veces por semana para notar los cambios en tu salud digestiva.
