Es común asociar el ayuno como un método de pérdida de peso efectivo; sin embargo, no solo sirve para este fin, sino que su verdadera función es darle un descanso a tu organismo, es como un reinicio general y la ciencia lo confirma. Según el Dr. Carlos Cepeda, un endocrinólogo valenciano que comparte desde sus redes los mejores consejos de bienestar, afirma que «es el mejor remedio del mundo, pero muy pocos saben cómo hacerlo«. Además, el experto en salud ha publicado recientemente los protocolos para hacer el ayuno de forma correcta y no por el impulso de querer bajar rápido de peso.
El Dr. Cepeda asegura que «solo basta con suspender la ingesta de alimentos durante 3 a 10 horas para sentir los cambios en todo tu organismo». Según el endocrinólogo Cepeda, tanto el estado físico, mental y emocional, se ven mejorados de forma positiva. La clave se encuentra en saber hacerlo y conocer tus limitaciones, esto se debe a que el ayuno es una práctica que debe hacerse de forma gradual y no pasar 72 horas de golpe sin comer.
1EL AYUNO PROMUEVE LA AUTOFAGIA: UN PROCESO CLAVE DEL ORGANISMO
«Muchas personas suelen asociar la pérdida de peso con no comer, y este es un error que podría salirte muy caro, ya que el ayuno no se trata de eso», explica el Dr. Cepeda. Incluso, tampoco es un descanso a tu sistema digestivo, sino que es un reinicio natural que va más allá. Con esto me refiero a que la verdadera magia del ayuno ocurre a nivel celular a través de la autofagia. Este proceso es cuando tu cuerpo comienza a devorar todo lo que encuentra ante la falta de ingesta de alimentos.
Científicamente, la autofagia es sinónimo de una limpieza celular. Durante el ayuno prolongado, las células comienzan a reciclar las proteínas dañadas y las mitocondrias disfuncionales. Incluso, existen estudios en curso que investigan más sobre el efecto del ayuno para que la autofagia se encargue de las células cancerosas en etapa inicial. Es decir, con el ayuno tu cuerpo tiene la oportunidad de eliminar todas las toxinas acumuladas por el descuido de la dieta y los malos hábitos.






