El final de 2025 llega para Pablo Iglesias con un reconocimiento que se ha convertido en colofón de un año marcado por expansiones, nuevas líneas de trabajo y una presencia consolidada en varios frentes. Hace apenas unos días, el podcast de política de Canal Red, ‘La Base’, que Iglesias dirige y presenta junto a Manu Levin, Irene Zugasti, Laura Arroyo y Eduardo García Granado, recibió el premio iVoox en la categoría de actualidad y sociedad.
Desde el canal se ha destacado que este logro se apoya en la cooperación constante de suscriptores y suscriptoras, cuya implicación sostiene investigaciones, entrevistas y espacios de análisis.
El galardón se suma a un recorrido en el que Canal Red ha reforzado su estructura en España y ha completado uno de los avances más significativos del año: la apertura de su oficina en México, integrada dentro del nuevo proyecto Canal Red América Latina.
Este desarrollo, fruto en gran parte de campañas de micromecenazgo, ha permitido instalar equipos estables en Ciudad de México y ampliar la producción de contenidos con enfoque regional. La oficina sirve para consolidar una programación que conecta a públicos de ambos lados del Atlántico, incorpora voces latinoamericanas y fortalece el proyecto audiovisual iniciado desde Madrid.
Otra pieza destacada de 2025 ha sido el inicio de colaboración con el canal público chino CGTN. En este caso el acuerdo implica la incorporación de materiales producidos por CGTN dentro del ecosistema digital de Canal Red.
Además de las expansiones internacionales, Iglesias ha mantenido presencia regular en RTVE durante todo el año, participando en espacios como ‘Malas lenguas’, ‘Mañaneros 360’ y ‘Las Mañanas de RNE’.
El ámbito político continúa siendo un terreno en el que el exvicepresidente del Gobierno mantiene peso, aunque ya no ocupe cargos institucionales. Su influencia persiste en el espacio de Podemos, que conserva su peso estratégico en el Congreso y, según algunas encuestas publicadas a lo largo de 2025, podría situarse por encima de Sumar en intención de voto, un movimiento que, de confirmarse, reconfiguraría de nuevo el mapa de la izquierda estatal.
IGLESIAS VUELVE A LAS AULAS
En paralelo a su actividad mediática y política, el fundador de Podemos ha retomado su vínculo académico. Este curso ha regresado a la Facultad de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid como profesor sustituto, en las condiciones propias de un docente asociado, tras haber dejado la docencia en julio al no obtener una de las plazas sometidas a concurso.
Este retorno ha permitido que mantenga su relación con la docencia universitaria y que continúe participando en la formación de estudiantes en los niveles de grado. Además, Iglesias ha impulsado en 2025 un curso online a través del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), bajo el título Análisis político y estrategias en tiempos de crisis.
El programa, transmitido desde estudios de Canal Red en Madrid y Ciudad de México, ha incluido la participación de Manuel Castells, Arantxa Tirado y otros especialistas. Dirigido a estudiantes, activistas y cuadros políticos de América Latina y España, el curso se centra en análisis político, comunicación y estrategias para escenarios complejos, y se ha integrado como una pieza estable dentro de la oferta formativa regional de CLACSO.
El año ha incluido también la publicación de ‘Enemigos íntimos’, escrito junto a Irene Zugasti. El libro traza un recorrido por procesos políticos recientes a través de retratos de figuras institucionales, judiciales y mediáticas, analizando a Felipe de Borbón, Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, Antonio García Ferreras o Nacho Escolar.
Junto a estos proyectos, Iglesias ha consolidado su primera incursión en la hostelería con la ampliación de la Taberna Garibaldi tras instalarse en un local más grande del barrio madrileño de Lavapiés.
La iniciativa surgió tras una campaña de financiación colectiva que reunió más de 140.000 euros y permitió abrir el local ubicado en la calle Miguel Servet. Con terraza, futbolín y una identidad definida como espacio abierto al encuentro, la taberna se ha integrado rápidamente en la vida del barrio y se ha convertido en un punto de referencia para actividades sociales vinculadas al entorno cultural y político de la izquierda madrileña.
