El calcio ha sido durante décadas un gran protagonista cuando se habla sobre huesos fuertes y dientes sanos. Sin embargo, este mineral esencial no solo cumple funciones estructurales, sino que también participa en la contracción muscular, la coagulación de la sangre y la transmisión de impulsos nerviosos. Pese a ello, no basta con ingerir alimentos ricos en calcio; el verdadero desafío está en absorberlo correctamente, algo que muchas veces pasa desapercibido. En España, el clásico vaso de leche en el desayuno ha sido símbolo de salud, pero hoy la ciencia apunta a que hay mucho más detrás de este hábito cotidiano.
La doctora Sara Marín Berbell, experta en microbiota y divulgadora con cientos de miles de seguidores, ha explicado en uno de sus vídeos las “cinco claves de alimentación para absorber el calcio”. Su enfoque, basado en evidencia científica y en el equilibrio del sistema digestivo, rompe con algunas ideas tradicionales. Porque, como asegura, no se trata solo de tomar más calcio, sino de entender cómo nuestro cuerpo lo procesa y qué factores pueden estar bloqueando su aprovechamiento.
1El café y los pequeños errores que hacen perder calcio
Uno de los puntos que más llama la atención de la especialista es el papel del café. Según Marín Berbell, el consumo excesivo de esta bebida puede provocar la eliminación de hasta seis miligramos de calcio por la orina. Esto significa que, aunque una persona tome suficiente leche o alimentos ricos en calcio, podría estar perdiéndolo sin darse cuenta por culpa del exceso de cafeína. Por eso, la doctora recomienda no abusar de los tres cafés diarios y, en caso de tomar suplementos, hacerlo al menos una hora después de haber ingerido esta bebida.
El calcio necesita un entorno favorable para mantenerse en el organismo y cumplir su función. La cafeína, al ser un estimulante, altera el equilibrio de ciertos minerales y puede disminuir la retención del calcio a largo plazo. No se trata de eliminar el café completamente, sino de encontrar una medida razonable. Como explica la experta, lo importante es acompañar el hábito con conciencia y ajustar horarios o dosis para que el cuerpo no termine desmineralizándose sin que lo notemos.






