Los policías acusan a la Delegada del Gobierno en Valencia de darles la espalda

Aseguran que Pilar Bernabé ni siquiera ha trasladado el pésame a la familia de Carlos, agente asesinado en Valencia por un ladrón

El sindicato de Policía Nacional Jupol «condena rotundamente la actitud de la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, quien el pasado miércoles dio la espalda de forma deliberada a los policías nacionales que se concentraban frente a la Delegación del Gobierno para rendir homenaje al compañero Carlos, asesinado en Vinalesa, y para exigir medidas urgentes de seguridad que eviten que tragedias como esta se repitan», han dicho en un comunicado.

La concentración, cargada de dolor, rabia contenida y dignidad profesional, reunió a numerosos policías nacionales y ciudadanos que «esperaban, como mínimo, un gesto institucional de humanidad. Pero la delegada del Gobierno decidió no bajar, no mirar a la cara a los policías y no escuchar ni una sola de nuestras reivindicaciones. Una actitud vergonzosa e indigna del cargo que ostenta», añaden.

El secretario regional de Jupol en Valencia, Sebastián Gómez, la interpeló públicamente para que atendiera las reclamaciones del colectivo, pero Pilar Bernabé «optó por esconderse detrás de su despacho, dando una muestra más de que este Gobierno no quiere escuchar a los policías nacionales ni siquiera cuando uno de ellos ha sido brutalmente asesinado en acto de servicio», aseguran desde Jupol.

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Concentración de policías nacionales en la delegación del Gobierno en Valencia. JUPOL

Carlos, agente de la Policía Nacional que se encontraba fuera de servicio, resultó gravemente herido tras ser atacado por dos jóvenes cuando trató de impedir un robo en Vinalesa (Valencia) el pasado 8 de noviembre. 21 días después de ser inducido al coma fallecía en el hospital.

El agente, de 41 años, fue golpeado con una piedra, lo que le produjo un fuerte traumatismo craneoencefálico, tras haber intentado impedir que dos jóvenes robasen unos palomos deportivos.

Posteriormente la Guardia Civil detuvo a un joven de 21 años y a otro de 15 años como presuntos autores del homicidio. El arresto se produjo en la localidad valenciana de Burjassot después de que los dos fueran identificados gracias a la imagen de una cámara que los captó caminando por una calle, a la salida de Vinalesa.

Un juzgado de Paterna acordó la prisión provisional, comunicada y sin fianza para el detenido de 21 años, que quedó investigado en una causa abierta por homicidio en grado de tentativa y lesiones agravadas, mientras que el menor quedó en libertad sin medidas cautelares por decisión de la Fiscalía de Menores, ya que al parecer no intervino en el ataque.

Los policías llamaron a una concentración frente a la Delegación del Gobierno en Valencia el pasado 3 de diciembre, pero la delegada del Gobierno se negó a recibirles. «Esta nueva falta de respeto se suma a una larga lista de desprecios institucionales hacia los policías nacionales. Ya nos calificaron de gasto superfluo durante la pandemia del Covid-19, minimizaron nuestra labor llamándonos “piolines” en el Congreso, y hemos tenido que escuchar cómo el presidente del Gobierno lamentaba públicamente el suicidio de un etarra condenado, mientras que tras el asesinato de nuestro compañero Carlos no han sido capaces ni siquiera de trasladar el pésame a su familia. Un doble rasero moral que ofende profundamente a todos los hombres y mujeres que se juegan la vida cada día por defender las libertades que otros utilizan para despreciarlos», explican desde Jupol.

Asimismo denuncian esta conducta «como una afrenta directa al cuerpo, una demostración palpable de la insensibilidad y el desprecio institucional con el que el Gobierno trata a los hombres y mujeres que sostienen la seguridad pública en España. Resulta inconcebible que, ante la muerte de un agente, la delegada del Gobierno no muestre ni un mínimo de empatía, respeto o consideración».

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POLICÍAS DENUNCIAN LA INDIFERENCIA

Los policías creen que «esta indiferencia no es un gesto aislado, sino el síntoma de un problema mucho más profundo y que demuestra que este Gobierno abandona a los policías, no protege a quienes protegen el Estado de Derecho y la Seguridad Ciudadana. En definitiva, un Gobierno que se esconde cuando un agente cae asesinado».

Jupol lo ha denunciado abiertamente en redes sociales, «porque la sociedad debe conocer la realidad que el Ejecutivo intenta silenciar: los policías estamos desamparados, sin medios suficientes, sin protección adecuada y, lo que es aún más grave, sin el respaldo moral e institucional de quienes deberían estar a nuestro lado en los momentos más difíciles. Jupol exige al Gobierno y, especialmente, a la delegada Pilar Bernabé, respeto, responsabilidad, presencia y un compromiso real con la seguridad de los policías nacionales».

El comunicado concluye diciendo que «no vamos a permitir que ni el asesinato de nuestro compañero Carlos ni el abandono institucional queden impunes. Seguiremos denunciando, movilizándonos y señalando públicamente cada gesto de desprecio hacia el Cuerpo Nacional de Policía. Porque Carlos merecía respeto. Su familia merece respeto. Y miles de policías nacionales que cada día ponen su vida en riesgo exigen y merecen dignidad, protección y justicia».

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