Núria Roure (47), psicóloga: «Dormir no es lo mismo que descansar. Necesitamos llegar a ese sueño profundo»

Dormir parece lo más simple del mundo, pero muy pocas veces nos detenemos a pensar si realmente estamos descansando. Eso es justo lo que nos recuerda la psicóloga y experta en medicina del sueño Núria Roure, quien insiste en que no basta con acumular horas en la cama, sino que necesitamos llegar a ese punto de equilibrio en el que incluso la mente descansa totalmente.

Dormir es algo que todos hacemos por naturaleza, pero cuando vamos a ver más fondo nos damos cuenta que son pocos los que realmente descansan. Esa es la reflexión que propone la psicóloga y doctora en medicina del sueño Núria Roure, quien lleva años estudiando cómo el descanso influye en la mente, el cuerpo y el equilibrio emocional. En una entrevista reciente en el canal ‘Mentes Indomables’, Roure explicó que dormir bien no se reduce a cerrar los ojos y pasar horas en la cama, sino que se trata de alcanzar un sueño profundo, reparador, ese que permite al cuerpo regenerarse y a la mente resetearse.

En una sociedad que glorifica la productividad y desprecia las pausas, dormir se ha convertido casi en un lujo. Las estadísticas confirman que dormimos menos que hace una década, y lo hacemos peor. Roure advierte que una sola semana de mal sueño puede alterar la regulación de la glucosa y generar síntomas similares a la prediabetes. Dormir, entonces, no solo afecta el estado de ánimo o la concentración, sino que tiene implicaciones directas sobre la salud física.

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Errores que sabotean el descanso sin darnos cuenta

“Las pantallas del día dañan el descanso”. Fuente: Freepik

Dormir bien requiere más que una cama cómoda. Roure explica que uno de los mayores errores es creer que se puede compensar la falta de sueño acumulado “durmiendo más el fin de semana”. El sueño no funciona como una cuenta bancaria, no se guarda ni se recupera de esa manera. Cuando el cuerpo no alcanza las fases profundas de descanso, por más horas que se pasen en la cama, la mente sigue cansada. Dormir debe ser un proceso constante, no un parche ocasional.

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Otro error frecuente es subestimar el impacto de los hábitos diurnos. Pasar horas frente a pantallas, no gestionar el estrés o cenar tarde son enemigos silenciosos del sueño reparador. Roure insiste en que la higiene del sueño empieza desde que amanece, al salir a la luz natural por la mañana, evitar la cafeína por la tarde y desconectarse del móvil al menos una hora antes de dormir. Dormir no empieza cuando uno se acuesta, sino cuando decide cuidar el ritmo del día.

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