España atraviesa un momento de especial preocupación sanitaria, ya que en las últimas semanas, los contagios por infecciones respiratorias se han disparado hasta alcanzar niveles epidémicos, con 75,3 casos por cada 100.000 habitantes, según los últimos datos del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SiVIRA). El incremento coincide con el inicio del invierno y con fechas señaladas como el puente de diciembre o las fiestas navideñas, que concentran desplazamientos, encuentros familiares y eventos en espacios cerrados.
El Grupo de Inmunización del Paciente Respiratorio de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha pedido a la población que extreme las precauciones. No se trata de alarmar, insisten, sino de recordar que España ya vivió etapas recientes en las que la falta de cuidado tuvo consecuencias graves. Las mascarillas, la ventilación de espacios y las vacunas siguen siendo las principales herramientas para frenar una propagación que, de no controlarse, podría saturar de nuevo los servicios sanitarios.
1Hay que tener precaución durante las celebraciones
España se prepara para unas fiestas marcadas por la alegría, pero también por la responsabilidad. Desde SEPAR recuerdan que las reuniones en interiores, los viajes y las aglomeraciones facilitan la transmisión de virus respiratorios, especialmente entre los más vulnerables. Usar mascarilla en lugares cerrados o con poca ventilación, como el transporte público o las residencias, puede marcar la diferencia entre una Navidad tranquila o un repunte de ingresos hospitalarios.
El doctor Alberto García, coordinador del grupo, ha insistido en la importancia de limitar los contactos sociales en caso de presentar síntomas. “Las personas con tos, fiebre o malestar respiratorio deberían quedarse en casa o usar mascarilla de forma estricta”, subraya. Aunque la vida cotidiana haya recuperado su ritmo habitual, España no puede permitirse bajar la guardia en un momento en que varios virus circulan al mismo tiempo.






