Tradesoft y el trading en 2026: de hobby especulativo a profesión emergente

ChatGPT Image 11 dic 2025 09 12 39 Moncloa

Tradesoft plantea el trading no como una apuesta rápida, sino como una de las profesiones con mayor potencial de crecimiento en 2026 para perfiles dispuestos a formarse en serio, trabajar con método y asumir la gestión del riesgo como pieza central de su actividad


Tradesoft se presenta como un Software de trading para NinjaTrader 8 orientado al intradía en futuros, con especial foco en el Nasdaq a través del contrato MNQ y marcos de muy corto plazo. La idea que plantea es que el trading puede consolidarse en 2026 como una de las profesiones con mayor crecimiento, siempre que se aborde como un oficio técnico, con método y gestión del riesgo, y no como una apuesta rápida. En ese sentido, Tradesoft intenta empaquetar una forma de trabajo que se inspira en la lectura institucional del mercado, pero pensada para un operador particular que trabaja desde casa.

La propuesta gira en torno a tres ejes: contexto de mercado, niveles relevantes y flujo de órdenes. En lugar de buscar patrones aislados, se insiste primero en definir si la sesión está en equilibrio o en desequilibrio, es decir, si domina un entorno de rango o de tendencia. A partir de ahí, se utilizan herramientas de perfil de volumen para localizar áreas de valor, puntos de mayor negociación y zonas de bajo volumen donde es más probable que haya ineficiencias o posiciones atrapadas. El último filtro es el order flow, que analiza cómo se negocian esas zonas en tiempo real, observando la agresividad compradora o vendedora y la presencia de absorciones o rechazos claros. Solo cuando estas piezas encajan se considera que hay una oportunidad que merece la pena valorar.

Sobre este marco se construyen dos tipos de señales. Por un lado, las entradas dinámicas, más ligadas al comportamiento en vivo del mercado, que pueden adelantarse, retrasarse o no aparecer si el flujo de órdenes no acompaña. Por otro, las señales más estructuradas del módulo TSOR1, apoyadas en elementos clásicos como la estructura de tendencia, soportes y resistencias o rupturas definidas, pensadas para poder probarse y revisarse en el entorno de backtest de NinjaTrader. En ambos casos, el diseño se ha hecho tomando como referencia el MNQ en un gráfico de dos minutos, lo que aporta especialización, pero también limita el ámbito para el que el sistema está realmente probado.

Un aspecto llamativo del discurso de Tradesoft es su encaje en el contexto de las prop firms. En lugar de centrarse solo en superar retos, se habla de riesgo por operación moderado en función del drawdown permitido, de la importancia de tener un tope diario de pérdidas y de la conveniencia de repartir la operativa entre varias firmas para no depender de una sola. No deja de ser un modelo teórico, pero al menos desplaza la conversación desde la rentabilidad rápida hacia la supervivencia operativa y la estabilidad de la curva de capital. Para muchos traders que vienen de academias de trading, donde se enfatiza la parte formativa pero no siempre la estructura de riesgo real en cuentas fondeadas, este tipo de enfoque puede servir como recordatorio de que la gestión del capital es tan importante como la entrada al mercado.

Al mismo tiempo, hay límites claros. Estamos ante un sistema propietario, cuyo código y lógica exacta no son auditables por el usuario. Las estadísticas y curvas que se muestran proceden de ejemplos internos y no de una auditoría externa continuada. Además, por mucho que el software estructure el análisis, sigue siendo necesaria una base de conocimientos en volumen, order flow, configuración de la plataforma y, sobre todo, una disciplina consistente en la gestión del tamaño, el stop diario y la respuesta a las rachas negativas. Utilizar Tradesoft no convierte por sí solo el trading en una actividad sencilla ni garantiza resultados, del mismo modo que ningún otro Software de trading lo hace.

En conjunto, Tradesoft puede leerse como una pieza más dentro de la evolución del trading hacia una actividad más profesionalizada. No es una puerta de entrada obligatoria ni una solución definitiva, sino un intento de ordenar el trabajo de un perfil muy concreto de operador: el que quiere dejar atrás la improvisación, trabajar con un esquema de contexto, nivel y flujo de órdenes y moverse en un entorno donde las cuentas fondeadas y la gestión del riesgo marcan el día a día. Si aporta valor o no dependerá menos de su presentación comercial y más de cómo cada usuario lo integre en su rutina, de si le ayuda a cometer menos errores y de si sirve para sostener una curva de resultados razonable a lo largo del tiempo, especialmente en ese 2026 en el que el trading aspira a ser, para algunos, algo más que un experimento pasajero.

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