Las croquetas de pollo son uno de esos platos que nunca fallan cuando llega la Navidad y la mesa se llena de expectativas. No importa cuántos entrantes haya ni lo sofisticado del menú, siempre hay alguien esperando ese bocado cremoso por dentro y crujiente por fuera que despierta recuerdos y aplausos. En estas fechas, apostar por unas croquetas de pollo bien hechas es jugar sobre seguro, pero darles un giro con foie es lo que marca la diferencia y te permite lucirte de verdad.
Porque las croquetas de pollo no tienen por qué ser un simple aprovechamiento del asado del domingo. En Navidad se transforman en un entrante elegante si se trabajan con mimo, buenos ingredientes y un punto de atrevimiento. La mezcla del pollo asado con el foie aporta intensidad, untuosidad y ese toque festivo que convierte una receta clásica en algo memorable, ideal para sorprender sin complicarse la vida.
2Preparación paso a paso para no fallar
Empieza pochando la cebolla a fuego suave con mantequilla, sin prisas, hasta que quede transparente y dulce. En ese punto debes añadir el pollo desmenuzado y saltearlo unos minutos para que se integre bien. Después incorpora el foie troceado y deja que se funda ligeramente con el calor, removiendo con cuidado para que se reparta por toda la mezcla.
A continuación, debes añadir la harina y cocinarla un par de minutos para evitar el sabor crudo. Ve incorporando la leche caliente poco a poco, sin dejar de remover, hasta obtener una masa espesa y homogénea. Ajusta de sal y especias, retira del fuego y deja reposar la masa bien tapada, mejor de un día para otro. Cuando esté fría, forma las croquetas de pollo, pásalas por huevo y pan rallado y fríelas en aceite bien caliente hasta que estén doradas y crujientes.






