Ardor después de cena navideña: estos 3 remedios funcionan en 15 minutos según digestivos

Muchas personas sufren molestias digestivas severas tras estas celebraciones tan copiosas. Por suerte existen soluciones rápidas avaladas por expertos médicos para mitigar el problema.

Acabar la Nochebuena con un insoportable ardor en la boca del estómago es un clásico que nadie quiere repetir este año. Las comilonas navideñas, repletas de grasas, alcohol y dulces, ponen a prueba nuestra resistencia gástrica de una forma brutal y directa. Lo cierto es que controlar la acidez estomacal rápidamente resulta vital para poder dormir y disfrutar de las fiestas sin amarguras ni dolores.

Si notas que el ardor sube por tu esófago, no te resignes a pasar una mala noche en vela dando vueltas en la cama. Los expertos en aparato digestivo coinciden en que ciertos remedios caseros tienen una eficacia casi inmediata si se aplican correctamente tras la ingesta masiva de comida. Debes saber que actuar en los primeros quince minutos marca la diferencia entre el alivio y una digestión pesada que se prolonga durante horas.

POR QUÉ LA CENA NAVIDEÑA ES UNA BOMBA DE RELOJERÍA

Mezclar marisco, asados, copas de vino y turrones en una misma velada es el detonante perfecto para que aparezca ese temido ardor. Nuestro sistema digestivo se ve desbordado ante tal cantidad de calorías y necesita producir mucho más ácido del habitual para procesarlo todo adecuadamente. Es muy frecuente que el esfínter esofágico inferior se relaje permitiendo que los jugos gástricos suban hacia la garganta provocando esa quemazón tan característica.

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Además de la cantidad ingente, el tipo de alimentos que consumimos compulsivamente en estas fechas influye directamente en la irritación de las mucosas. El alcohol, el chocolate o las salsas grasas son enemigos declarados de una digestión tranquila y potencian la aparición del ardor. Ten en cuenta que tumbarse justo después de comer agrava considerablemente el problema al eliminar el efecto de la gravedad sobre el contenido del estómago.

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EL CLÁSICO INFALIBLE: BICARBONATO CON UN TOQUE CÍTRICO

Cuando el ardor ataca con fuerza tras los postres, la solución más rápida suele estar guardada en la despensa de nuestra propia cocina. La mezcla de una cucharadita de bicarbonato de sodio con unas gotas de limón neutraliza el pH ácido del estómago de manera casi instantánea. Los especialistas confirman que beber este preparado a pequeños sorbos ayuda a liberar dióxido de carbono y reduce la presión abdominal que nos incomoda.

Aunque parezca contradictorio usar limón siendo un cítrico, su efecto alcalinizante al metabolizarse lo convierte en un aliado potente contra el ardor. No obstante, no debemos abusar de este remedio casero si sufrimos de hipertensión o problemas renales diagnosticados previamente. Recuerda siempre que esperar a que desaparezca la efervescencia antes de ingerirlo evitará que introduzcas más gases molestos en tu sistema digestivo ya saturado.

JENGIBRE: LA RAÍZ MILAGROSA QUE CALMA EL FUEGO

Otra alternativa natural muy recomendada por los digestivos para frenar el ardor es recurrir a una infusión templada de raíz de jengibre fresco. Esta planta posee propiedades antiinflamatorias potentes que relajan los músculos del tracto digestivo y facilitan el vaciado gástrico hacia el intestino. Se ha demostrado que masticar un trozo pequeño de rizoma también estimula la salivación y ayuda a limpiar el ácido acumulado en el esófago.

Olvídate del café o el té con menta tras el postre, ya que estas bebidas suelen empeorar los síntomas del ardor notablemente al irritar la mucosa. El jengibre actúa como un bálsamo protector que recubre las paredes del estómago y previene las náuseas asociadas al empacho navideño. Una taza caliente consigue que la digestión se acelere de forma natural permitiéndote descansar mucho mejor tras el banquete familiar sin esa sensación de fuego.

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CAMINAR VEINTE MINUTOS ANTES DE IRSE A LA CAMA

Quedarse sentado en el sofá durante horas tras la cena es uno de los mayores errores que cometemos y que dispara el ardor. El simple hecho de caminar a paso suave durante veinte minutos favorece el tránsito intestinal y reduce la presión intraabdominal de forma mecánica. Los médicos insisten en que mantenerse erguido y en movimiento facilita que los alimentos bajen correctamente hacia el intestino delgado por pura gravedad.

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No se trata de correr una maratón nocturna, sino de dar un paseo tranquilo que active tu metabolismo basal para combatir ese ardor persistente. Este hábito sencillo ayuda a regular los niveles de glucosa y evita que la comida se estanque en el estómago fermentando y produciendo gases. Verás cómo la sensación de pesadez desaparece progresivamente y te sientes mucho más ligero antes de ponerte el pijama para dormir.

DORMIR SOBRE EL LADO IZQUIERDO TIENE SU CIENCIA

La postura que adoptamos al dormir es determinante para evitar que los jugos gástricos y el ardor nos despierten a mitad de la noche. La anatomía humana sitúa el estómago en el lado izquierdo, por lo que recostarse sobre ese costado dificulta mecánicamente el reflujo hacia el esófago. Diversos estudios avalan que descansar en decúbito lateral izquierdo reduce significativamente la exposición del esófago al ácido durante las horas de sueño profundo.

Si te tumbas sobre el lado derecho o boca arriba, facilitas que el esfínter se abra y el contenido ácido se vierta libremente provocando más ardor. Para potenciar este efecto beneficioso, puedes elevar ligeramente el cabecero de la cama o usar una almohada extra que te mantenga incorporado. Es fundamental comprender que la gravedad juega a nuestro favor siempre que respetemos la arquitectura natural de nuestro propio cuerpo al descansar.

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PREVENCIÓN INTELIGENTE PARA LAS PRÓXIMAS FIESTAS

Aunque estos remedios funcionan en quince minutos, la mejor estrategia para no sufrir ardor será siempre moderar las raciones en los próximos eventos. Masticar despacio y ensalivar bien cada bocado reduce el trabajo que debe realizar después tu estómago para procesarlo todo correctamente. Intenta siempre dejar de comer antes de sentirte lleno para dar un margen de maniobra a tu sistema digestivo saturado por los excesos.

Disfrutar de la gastronomía navideña no tiene por qué ser sinónimo de sufrimiento gástrico ni de visitas urgentes a la farmacia de guardia. Escucha a tu cuerpo y aplica estos trucos avalados por digestivos en cuanto notes el primer síntoma de ardor interno. Al final lo importante es que tengas a mano estas soluciones efectivas para que nada arruine tus momentos de celebración y alegría con la familia.

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