El Partido Popular (PP) ha intensificado su estrategia de control político y judicial contra el Gobierno, anunciando una doble ofensiva que promete marcar la agenda de las próximas semanas. La siempre presente Cuca Gamarra, vicesecretaria de Regeneración Institucional del partido, confirmó en la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección que el PP se personará como acusación en la nueva causa de corrupción que salpica al entorno de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y que, además, solicitarán la habilitación del mes de enero en el Senado para acelerar los trabajos de la comisión de investigación sobre la conocida como ‘Trama Koldo‘.
Gamarra no escatimó en calificativos, refiriéndose a la nueva causa como una derivada de las «cloacas socialistas» y señalando directamente a la «fontanera socialista Leire Díez» como una de las protagonistas de presuntas irregularidades en contrataciones dentro de empresas públicas dependientes de la SEPI, así como en organismos vinculados al Ministerio para la Transición Ecológica, en la órbita de las ministras Sara Aagesen y Teresa Ribera. El objetivo del PP, afirmó la portavoz, es llegar hasta el final de la denominada ‘Trama Montero’ para determinar el grado de implicación de la vicepresidenta en esta red de supuestas mordidas y contrataciones irregulares, que se habría gestado, en parte, a través de una «SEPI paralela» creada bajo el mandato del expresidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales.

REFUERZO DEL CONTROL JUDICIAL Y POLÍTICO
La líder popular fue tajante al señalar la inevitabilidad de la acción judicial frente a las maniobras de La Moncloa. “El Gobierno podrá huir del Parlamento, pero no podrá hacerlo ni de los juzgados ni de las urnas”, sentenció. Gamarra desestimó el balance anual que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hizo este 15 de diciembre, tachándolo de insuficiente y de tener un único objetivo: «esconderse y huir hasta febrero». Criticó duramente el formato y el lugar elegido, calificando La Moncloa como “la zona cero de la corrupción y el sanchismo”.
Para Gamarra, el verdadero balance de 2025 se resume en tres palabras que definen la acción gubernamental: corrupción, por todos los casos que afectan al núcleo del poder; parálisis, por la incapacidad de aprobar leyes; y retroceso para las mujeres, en referencia a episodios internos del partido socialista. La dirigente del PP insistió en que el presidente debe rendir cuentas en el Parlamento, y no a través de un «mitin» desde la sede de la Presidencia, apelando directamente a Sumar y a su líder, Yolanda Díaz, a demostrar con hechos su compromiso con la transparencia. “Menos palabras y más hechos. Menos de boquilla y más actuar políticamente”, espetó.
LA SOMBRA DE LA CORRUPCIÓN SE EXTIENDE
Gamarra dibujó la figura del presidente Sánchez como la del «encubridor de la corrupción» a lo largo del año, citando una larga lista de personas y casos que, a su juicio, han sido tapados, desde el exministro Ábalos y su entorno hasta el Fiscal General del Estado, pasando por supuestas irregularidades en primarias del PSOE o el acoso a mujeres de su propio partido. La situación actual, según Gamarra, marca un “punto de no retorno”, y considera que la legislatura, en términos de estabilidad, ha terminado, evidenciando una «descomposición del Gobierno» semana tras semana. Subrayó que la responsabilidad política del presidente «escala cada día» y que este Gobierno no beneficia a España, sino que solo «renta a Sánchez para seguir anclado al poder y eludir sus responsabilidades políticas» y a los implicados en las tramas como Ábalos, Koldo y aquellos que crearon la estructura paralela en la SEPI.

El ataque del PP no se limitó al actual Ejecutivo, sino que se extendió al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Gamarra exigió explicaciones por la información que vincula a Zapatero con la trama del rescate irregular de la aerolínea venezolana Plus Ultra, un caso que ya ha abierto la puerta a la investigación por blanqueo de capitales. La vicesecretaria pidió claridad sobre las reuniones y el contenido de los encuentros mantenidos con el presidente de Plus Ultra antes de su detención. “La corrupción ya no solo apunta a quien preside este Gobierno, sino también al expresidente Zapatero”, enfatizó, mostrando la intención del Partido Popular de ampliar el foco de sus investigaciones.
El Partido Popular ha definido un claro mapa de asedio judicial y político contra el Gobierno y figuras clave del socialismo, centrado en tres grandes ejes de corrupción. Las declaraciones de la vicesecretaria Cuca Gamarra no solo anunciaron una estrategia, sino que desgranaron los puntos fundamentales que sustentan la acusación popular en cada una de las tramas señaladas.
LA ‘TRAMA MONTERO’ Y EL ‘CASO KOLDO’
En primer lugar, el PP ha puesto el foco en la denominada ‘Trama Montero’, una nueva causa que, a juicio de los populares, hunde sus raíces en las «cloacas socialistas». La maniobra política del partido de Alberto Núñez Feijóo se concretará en la personación judicial inmediata para ejercer un control estricto sobre la investigación de esta red de corrupción. El alcance de la trama, según Gamarra, se extiende a contrataciones irregulares en empresas públicas de la SEPI y en organismos adscritos al Ministerio de Transición Ecológica, que recae bajo la responsabilidad de las ministras Sara Aagesen y Teresa Ribera. El hilo conductor de las supuestas ilegalidades tiene nombre propio: la «fontanera socialista Leire Díez». El objetivo final del PP es determinar el grado de implicación de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en esta red de presuntas mordidas. Para ello, el partido apunta a un mecanismo opaco: la presunta creación de una «SEPI paralela», gestada bajo la dirección del expresidente de la sociedad estatal, y diseñada específicamente para facilitar estas contrataciones bajo la mesa.

En el frente del control parlamentario, el PP se concentra en el ‘Caso Koldo’. La respuesta es puramente política y busca evitar cualquier dilación: se activará la habilitación del mes de enero en el Senado para garantizar que la comisión de investigación trabaje sin interrupciones. El propósito es que «todos los señalados» en la trama rindan cuentas ante la Cámara Alta. La ofensiva se acompaña de una dura crítica al Ejecutivo, al que se acusa de intentar «huir del Parlamento» y de ser un encubridor de la corrupción. Para los populares, la trama no es solo un caso aislado, sino un síntoma de la «descomposición del Gobierno», que a su entender solo «renta a Sánchez» para mantenerse en el poder y a implicados directos como el exasesor Koldo y el exministro Ábalos. El PP sostiene que la responsabilidad política del presidente «escala cada día» a medida que se conocen nuevos detalles.
IMPLICACIÓN DE ZAPATERO
Finalmente, el Partido Popular ha ampliado el cerco a una tercera línea de investigación que involucra al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Gamarra ha exigido explicaciones detalladas sobre su papel en la trama que rodea el rescate irregular de la compañía aérea venezolana Plus Ultra, una operación valorada en 53 millones de euros. La gravedad de este asunto ha aumentado, según el PP, al mencionarse ya la posibilidad de blanqueo de capitales. El foco de la demanda de transparencia recae en el contenido de las reuniones que Zapatero mantuvo con el presidente de Plus Ultra antes de su detención, encuentros que la vicesecretaria popular considera cruciales para esclarecer el caso. La corrupción, enfatiza el PP, no solo apunta al actual presidente del Gobierno, sino que también ha alcanzado al expresidente socialista.






