RTVE afronta uno de los momentos más delicados de su historia reciente tras confirmar su renuncia a participar en Eurovisión 2026. La decisión, adoptada por el Consejo de Administración del ente público, no solo ha generado un intenso debate en el panorama musical español, sino que ha traspasado fronteras y ha provocado una reacción directa de la Unión Europea de Radiodifusión. RTVE, acostumbrada a estar en el foco cada primavera, pasa ahora a ocupar titulares por su ausencia y por las consecuencias que esta acarrea.
RTVE no se enfrenta únicamente al descontento de parte del público y de los eurofans más fieles, sino también a un serio toque de atención desde el organismo que organiza el festival. La renuncia al certamen más emblemático de la televisión europea ha abierto una grieta institucional que sitúa a España en una posición incómoda y que obliga a replantear el papel de RTVE dentro de la radiodifusión pública internacional.
1El duro comunicado de la UER contra la decisión de RTVE
RTVE ha sido señalada de forma clara, aunque indirecta, en el comunicado emitido por la Unión Europea de Radiodifusión. El organismo critica la actitud adoptada tras la decisión de no acudir a Eurovisión 2026 y pone el foco en los comentarios y reacciones que se han producido en redes sociales, especialmente desde perfiles vinculados a la dirección del ente público. Sin mencionar nombres de manera explícita, la UER apunta al presidente de la cadena, José Pablo López, como una de las figuras clave en esta polémica.
La UER considera que se han vertido ataques “inexactos y mal informados” tras el debate mantenido en su Asamblea General. Defiende que la discusión sobre el futuro del festival fue respetuosa y basada en argumentos profesionales, alejados de afinidades políticas o ideológicas. En ese contexto, RTVE aparece como una de las corporaciones que, según el organismo europeo, ha contribuido a alimentar una narrativa que distorsiona lo ocurrido en dicho encuentro.






