Daniel Guzmán es hoy uno de esos nombres que resultan inseparables de la historia reciente de la televisión en España, pero su relación con uno de los mayores éxitos de la pequeña pantalla no empezó precisamente con entusiasmo. Cuando ‘Aquí no hay quien viva’ llegó a Antena 3 en 2003, nadie podía prever que aquella comedia de vecinos se convertiría en un fenómeno social, capaz de marcar a toda una generación y de cambiar para siempre la carrera de muchos de sus intérpretes.
Daniel Guzmán, sin embargo, estuvo a punto de quedarse fuera de esa aventura. Tal y como ha recordado en una entrevista en el pódcast ‘Animales Humanos’, su primera reacción cuando le ofrecieron el papel de Roberto no fue positiva. La idea de embarcarse en una serie producida por José Luis Moreno le despertaba dudas y no encajaba con el momento vital que atravesaba, más volcado en dirigir que en actuar.
2El secreto del éxito de ‘Aquí no hay quien viva’
Al mirar atrás, Daniel Guzmán no duda en señalar que el éxito de la serie no fue casualidad. Más allá del humor y de las situaciones disparatadas, hubo un trabajo de fondo muy sólido. El actor ha destacado en varias ocasiones la importancia del casting y de la construcción de personajes, algo que hacía que todo funcionara incluso cuando la factura técnica no era perfecta.
“Daba igual que se moviera el decorado o que entrara un micro en plano, eso funcionaba”, explicó sobre la fuerza del guion y del reparto. Cada vecino de Desengaño 21 estaba tan bien definido que bastaba con escucharlo hablar para reconocerlo. Esa naturalidad y ese equilibrio entre texto e interpretación fueron, en su opinión, la clave para que la serie conectara con el público.
