La temida carta de la DGT suele llegar cuando menos te lo esperas y arruina el presupuesto del mes. Nadie quiere enfrentarse a una notificación certificada que confirma que has cometido una infracción de tráfico en alguna carretera nacional. El organismo que dirige Pere Navarro no suele tener piedad con los despistes al volante. Si quieres mantener tu economía saneada, conviene revisar las normas actuales.
Muchos conductores creen conocer el reglamento hasta que se topan con la realidad de la DGT y sus baremos actualizados. Resulta fundamental saber que existen tres categorías diferenciadas de sanciones que van escalando en gravedad y coste. Ignorar estas diferencias puede costarte mucho más que un simple aviso administrativo. Vamos a desgranar exactamente qué te espera si no cumples la ley.
DGT: INFRACCIONES LEVES Y SU COSTE
Empezamos por la parte baja de la tabla donde encontramos los descuidos más habituales frente a la autoridad de tráfico. Aunque parezcan asuntos menores, ten en cuenta que las multas leves pueden alcanzar los 100 euros si el agente así lo determina. No suelen llevar aparejada la pérdida de puntos del permiso de conducir. Sin embargo, acumular varias de estas puede convertirse en un problema serio.
Entre estos comportamientos castigados se encuentran acciones cotidianas que a veces normalizamos erróneamente ante los ojos de la DGT. Debes recordar que acciones como no respetar las señales de los agentes o circular con la bicicleta incorrectamente entran aquí. Es fácil caer en la trampa de pensar que no pasa nada. La realidad es que tu bolsillo notará el impacto inmediatamente.
EL SALTO A LAS INFRACCIONES GRAVES
La situación se complica notablemente cuando el organismo estatal califica tu comportamiento como una falta grave en la carretera. Aquí ya no hablamos de pequeños tirones de orejas, sino que te enfrentas a multas fijas de 200 euros en la inmensa mayoría de los casos. Este es el terreno donde la mayoría de los conductores españoles suele tropezar. El uso del teléfono móvil o no llevar el cinturón son clásicos.
Lo preocupante para la DGT en este escalón intermedio de la seguridad vial es que el dinero deja de ser el único problema real. Muchas de estas sanciones implican directamente que sufrirás una retirada de puntos del carnet que puede variar según la infracción concreta. Perder saldo en tu licencia es el primer paso para dejar de conducir. Conviene extremar la precaución para no verse en esta tesitura.
CUANDO LA MULTA ASCIENDE A 500 EUROS
Existen escenarios específicos donde la DGT aplica el rigor máximo dentro de la categoría de infracciones graves. Si superas los límites establecidos de forma notoria, verás cómo la sanción por exceso de velocidad puede dispararse hasta los 500 euros rápidamente. No es lo mismo ir un poco rápido que volar bajo por la autopista. Los radares están calibrados para detectar estas conductas agresivas sin margen de error.
También entran en este rango económico aquellas maniobras que los agentes de la Guardia Civil consideren peligrosas para el resto. Se castiga con dureza el hecho de realizar una conducción temeraria poniendo en riesgo la integridad ajena. Pagar medio millar de euros duele a cualquier economía doméstica hoy en día. Es el precio a pagar por olvidar que la carretera no es un circuito.
EL CASTIGO MÁXIMO DE 600 EUROS
Llegamos a la zona roja donde la DGT no admite ningún tipo de excusa ni de reducción en el castigo. Las infracciones muy graves están reservadas para casos donde se detecta presencia de alcohol o drogas en el organismo del conductor imprudente. La multa económica asciende aquí a los 600 euros, aunque puede ser mayor según la tasa. Es la línea roja que jamás deberías cruzar si valoras tu libertad.
Otra de las acciones que Tráfico persigue con ahínco y castiga con la pena máxima es el uso de tecnología ilegal. Instalar en tu vehículo mecanismos para llevar inhibidores de radar activos supone una infracción muy grave automática. No confundas los avisadores legales con estos dispositivos que interfieren en la vigilancia. La broma te saldrá muy cara y las consecuencias administrativas son devastadoras.
EL PELIGRO DE PERDER EL CARNET
Más allá del dinero, lo que realmente aterra de la normativa de la DGT es la posibilidad real de quedarse a pie. Las infracciones muy graves llevan aparejada casi siempre una pérdida directa de 6 puntos de tu permiso de conducción. Si eres reincidente o tienes poco saldo, esto significa el fin de tu vida como conductor. Recuperar la vigencia del documento es un proceso largo y costoso.
El sistema de la DGT está diseñado para expulsar de la circulación a quienes demuestran un desprecio absoluto por las normas básicas. Una vez agotado tu saldo, tendrás que realizar cursos de recuperación obligatorios y pasar un tiempo sin tocar un volante. Nadie quiere verse obligado a depender del transporte público por una mala decisión. Mantener los 12 o 15 puntos debería ser tu prioridad absoluta.
PREVISIONES Y CONSEJOS PARA 2026
Mirando hacia el futuro inmediato, la DGT seguirá implementando tecnología para asegurar el cumplimiento de esta tabla de sanciones. Se espera que aumenten las nuevas formas de vigilancia en carretera mediante radares más sofisticados y drones invisibles. La tecnología juega en contra del infractor y a favor de la seguridad colectiva. Adaptarse a los tiempos significa conducir con más prudencia que nunca.
La mejor estrategia para que la DGT no te amargue el año 2026 sigue siendo el respeto escrupuloso a la normativa vial. La única manera infalible de ahorrar dinero es respetar los límites en todo momento y olvidarse del móvil al conducir. Al final, la seguridad de llegar a casa vale mucho más que cualquier prisa. Tu cartera y tu familia te agradecerán esa sensatez al volante.









