Los geles energéticos forman parte desde hace años del paisaje habitual del deporte de alto nivel, aunque pocas veces se habla de ellos con tanta naturalidad como lo ha hecho Rafa Nadal. El tenista balear, ya alejado de la competición profesional, ha vuelto a poner el foco en esos pequeños aliados que le acompañaron durante gran parte de su carrera y que todavía hoy siguen presentes en su rutina. Los geles energéticos, lejos de desaparecer con la retirada, continúan teniendo un papel concreto en su día a día.
La confesión llegó en una charla distendida, sin grandes dogmas ni discursos técnicos, justo en la línea que siempre ha caracterizado a Nadal cuando habla de hábitos personales. No se define como un obsesivo de la alimentación ni como un ejemplo de disciplina extrema fuera de la pista, pero sí reconoce que hay costumbres que le funcionan y que no tiene intención de abandonar, sobre todo cuando se trata de sentirse fuerte y con energía.
3Los otras grandes pilares son el magnesio y la recuperación
Junto a los geles energéticos, hay otro complemento que Nadal no pasa por alto, el magnesio. Lo toma cada mañana y lo asocia directamente a la recuperación y al bienestar general, especialmente de sus articulaciones. No habla de milagros ni de fórmulas secretas, sino de sensaciones que, con el tiempo, ha aprendido a escuchar.
El magnesio es un mineral esencial implicado en funciones musculares, en la producción de energía y en la síntesis de proteínas, aspectos clave para cualquier persona activa y, más aún, para alguien que ha llevado su cuerpo al límite durante décadas. En la nueva etapa de Rafa Nadal, sin la presión de la competición, estos hábitos reflejan una idea clara, cuidarse no es una obligación, es una forma de seguir disfrutando del movimiento.






