Gran Canaria vuelve a situarse en el centro de todas las miradas esta Navidad y lo hace desde sus cumbres, lejos de las playas y del bullicio habitual. La isla acogerá la Navidad más brillante de España gracias a Tejeda, el municipio que se ha impuesto en el concurso de Ferrero Rocher tras unir paisaje, identidad y una enorme implicación vecinal. Gran Canaria, una vez más, demuestra que su riqueza va mucho más allá del sol y el mar, y que también en el corazón volcánico del territorio se escriben historias capaces de emocionar.
El anuncio ha sido recibido como un pequeño acontecimiento colectivo en Tejeda, donde vecinos y autoridades celebran algo más que un despliegue de luces. No es solo decoración navideña, es el reconocimiento a una forma de vivir y a un enclave que representa como pocos la esencia de Gran Canaria. Entre barrancos, roques y silencio de altura, este municipio se prepara para brillar con luz propia y convertirse durante semanas en símbolo de ilusión compartida.
2Tejeda, el corazón volcánico que se ilumina desde Gran Canaria
El nombre del ganador no sorprendió a quienes conocen la isla. Tejeda, enclavado en el centro geográfico de Gran Canaria, es desde hace años uno de los pueblos más admirados del archipiélago. Asentado a más de mil metros de altitud, rodeado de barrancos profundos y montañas abruptas, vive en un diálogo constante con el paisaje que lo rodea y lo define.
Desde sus miradores se imponen dos presencias casi míticas, el Roque Nublo y el Roque Bentayga, guardianes pétreos del pasado volcánico de Gran Canaria. No son solo iconos visuales, también símbolos cargados de significado histórico y espiritual. Para los antiguos habitantes de la isla eran espacios sagrados y hoy siguen siendo puntos de atracción que conectan a visitantes y vecinos con un territorio nacido del fuego y modelado por el tiempo.






