La dieta es el punto de partida del que habla David Cantero cuando se le pregunta por su buena forma a los 64 años, una palabra que repite casi sin darse cuenta porque, para él, comer bien no es una moda ni una imposición, sino una forma de estar en el mundo. No hay fórmulas mágicas ni prohibiciones estrictas, hay sentido común, constancia y una relación sana con la comida que se ha ido construyendo con los años, sin obsesiones pero con atención a los detalles.
La dieta, entendida como un equilibrio entre lo que apetece y lo que conviene, se mezcla en su día a día con el ejercicio, la disciplina y también con pequeños placeres que no se negocian. Cantero no habla desde el sacrificio, sino desde la experiencia de alguien que ha aprendido a escucharse, a cuidarse y a entender que la salud no se sostiene solo en el gimnasio, sino también en el plato y en la cabeza.
3Cocina propia, productos de temporada y constancia
La dieta de David Cantero empieza en el mercado y continúa en la cocina de su casa, donde prefiere saber exactamente qué lleva cada plato. Apostar por productos de calidad y de temporada es una de sus reglas básicas, convencido de que ahí está gran parte del sabor y de los beneficios para la salud. Comer fuera no suele ser su primera opción, porque cocinar también forma parte de su cuidado personal.
En casa, es él quien se pone el delantal y disfruta especialmente con las recetas de siempre, sobre todo los platos de cuchara, las legumbres y la pasta, una afición que arrastra desde su etapa en Italia. Esa dieta, unida a la constancia, al judo como ejercicio físico y a una vida activa, explica en buena parte su estado de forma. Porque, como él mismo deja claro, cuidarse no es solo cuestión de fuerza física, sino también de equilibrio, disciplina y respeto por uno mismo.






