El Ejército moderniza el Pizarro con tecnología española para liderar el combate digital europeo

El Ejército de Tierra español se prepara para una de las transformaciones más ambiciosas de su historia reciente en lo que respecta a sus fuerzas acorazadas, un elemento vital para afrontar los nuevos desafíos que la geopolítica presenta a nuestras Fuerzas Armadas. El Consejo de Ministros, en una decisión estratégica tomada en octubre de 2025, ha dado luz verde a una inversión que supera los 260 millones de euros destinada íntegramente a la modernización de los vehículos de combate de infantería Pizarro.

Este programa no solo busca extender la vida útil de estas máquinas de guerra hasta la década de 2040, sino que pretende unificar las capacidades de una flota que hasta ahora presentaba diferencias tecnológicas significativas entre sus distintas versiones. La meta es clara: convertir al Pizarro en un activo digitalizado, letal y capaz de sobrevivir en los complejos escenarios de los conflictos modernos, donde las amenazas han evolucionado drásticamente en los últimos años.

Uno de los pilares fundamentales de este ambicioso proyecto es la apuesta decidida por la industria nacional, personificada en la colaboración con Santa Bárbara Sistemas y la empresa guipuzcoana SAPA Placencia. La modernización se centra en elevar a los 204 vehículos de combate de infantería y a los 21 puestos de mando a un estándar tecnológico común. Hasta ahora, el Ejército convivía con una «pesadilla logística» debido a las disparidades entre la Fase I, entregada a finales de los noventa, y la Fase II, mucho más moderna.

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Con esta nueva inyección económica, todas las unidades recibirán mejoras críticas en su movilidad, destacando la instalación de la transmisión SG850 desarrollada por SAPA. Este sistema español es una verdadera revolución en la ingeniería militar, ya que sustituye los antiguos modelos alemanes por una tecnología de engranajes lógicos mucho más eficiente, que reduce el consumo de combustible hasta en un veinte por ciento y disminuye el calor generado, lo que hace al vehículo menos visible ante los sensores térmicos del enemigo.

Blindados construidos por Indra (Fuente: Agencias)
Blindados construidos por Indra /Fuente: Agencias

UN CEREBRO DIGITAL PARA EL CAMPO DE BATALLA

el nuevo Pizarro se define por su capacidad para procesar información. El vehículo dejará de ser una unidad aislada para integrarse plenamente en lo que los expertos denominan la nube de combate. Esto se logra mediante una arquitectura digital abierta que permite la interoperabilidad con el nuevo blindado sobre ruedas de las Fuerzas Armadas, el Dragón 8×8.

Gracias a esta conexión, un Pizarro podrá visualizar en sus pantallas de alta resolución los objetivos detectados por un Dragón situado a kilómetros de distancia, compartiendo datos en tiempo real a través del sistema de gestión de combate BMS. Esta conciencia situacional se ve reforzada por un nuevo anillo de cámaras perimetrales que permite a la tripulación observar todo lo que sucede en el exterior desde la seguridad del blindaje, eliminando los ángulos muertos y permitiendo una reacción inmediata ante cualquier amenaza cercana.

POTENCIA DE FUEGO

La letalidad es el otro gran eje de esta renovación. La torre del Pizarro está siendo sometida a una digitalización completa de sus sistemas de armas. Se han instalado nuevas cámaras térmicas de última generación tanto para el tirador como para el jefe de vehículo, lo que garantiza una capacidad de combate superior en condiciones de oscuridad absoluta o visibilidad reducida por el humo y el polvo.

Los calculadores de tiro han sido actualizados para asegurar que la probabilidad de impacto al primer disparo sea extremadamente alta, incluso cuando el vehículo se desplaza a gran velocidad por terrenos irregulares. Además, la integración de sistemas de misiles Spike de largo alcance proporciona al Pizarro la capacidad de enfrentarse a carros de combate pesados desde distancias seguras, manteniendo una versatilidad que lo convierte en el compañero ideal para las unidades de infantería en el asalto directo.

La seguridad de los soldados que viajan en el interior del Pizarro ha sido una prioridad absoluta en el diseño de esta actualización. Aprendiendo de las duras lecciones que dejan los conflictos actuales en el este de Europa, el Ministerio de Defensa ha incluido en el paquete de mejoras la integración de sistemas específicos contra drones. Estas tecnologías están diseñadas para detectar y neutralizar aeronaves no tripuladas antes de que puedan lanzar sus cargas explosivas sobre el vehículo.

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Asimismo, se ha reforzado el blindaje de la barcaza para aumentar la protección contra minas y artefactos explosivos improvisados, una amenaza constante en las misiones internacionales. Estas mejoras estructurales van acompañadas de una revisión profunda del chasis para soportar el incremento de peso que suponen los nuevos equipos tecnológicos, asegurando que el vehículo no pierda ni un ápice de su agilidad característica.

Pizarro caballeria espanola 1 Moncloa
Pizarro caballería española (Fuente: Agencias)

EL FUTURO DE LA CABALLERÍA ESPAÑOLA

El plan de modernización, que se ejecutará de forma escalonada hasta finales de 2028, sitúa a España en una posición de liderazgo dentro del grupo de usuarios de la plataforma ASCOD, compartida con países como Austria y Letonia. Esta cooperación internacional permitirá reducir los costes de mantenimiento a largo plazo y compartir futuras actualizaciones tecnológicas entre los aliados.

El resultado final será un Ejército de Tierra que cuenta con un binomio perfecto: el Dragón 8×8 para misiones que requieren rapidez y despliegue por carretera, y el Pizarro modernizado para el combate de alta intensidad donde la tracción de las cadenas y la máxima protección son imprescindibles. Con esta inversión, el Pizarro deja de ser un veterano de las últimas décadas para convertirse en un guerrero del siglo XXI, demostrando que la ingeniería española está preparada para equipar a sus soldados con las mejores herramientas posibles.

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