Aprende a hacer esta tarta de limón casera, de las que se repiten una y otra vez

Un postre siempre cae perfecto después de una buena comida, y si no tienes muchas cosas y tienes poco tiempo, te enseñamos a hacer una deliciosa tarta de limón con pocos ingredientes y de forma muy rápida para que sorprendas a tu familia y a tus invitados.

La tarta de limón es uno de esos postres que, cuando los haces una vez y salen bien, ya no se olvidan. Si te animas a prepararla en casa, debes saber que no es una receta complicada, pero sí requiere atención y cariño en cada paso, porque ahí está la diferencia entre una tarta correcta y una que se repite una y otra vez. La tarta de limón casera tiene ese punto fresco y equilibrado que encaja en cualquier momento, desde una comida especial hasta una tarde cualquiera en la que apetece algo dulce sin resultar pesado.

La tarta de limón se convierte además en una aliada perfecta cuando quieres lucirte sin pasar horas en la cocina. Si sigues el proceso con calma y respetas los tiempos, debes confiar en que el resultado será cremoso, aromático y muy agradable al paladar. No hace falta ser experto, solo debes organizarte bien y disfrutar del proceso, porque esta receta funciona precisamente cuando se hace sin prisas.

2
Preparación paso a paso, sin perder la calma

“Un paso a paso muy fácil”. Fuente: Freepik

La tarta de limón empieza por la base, y aquí debes tomarte tu tiempo. Debes triturar las galletas hasta que queden muy finas y mezclarlas con la mantequilla derretida, removiendo bien hasta obtener una textura húmeda y compacta. A continuación, debes cubrir el fondo de un molde, presionando con firmeza para que quede bien uniforme, y llevarlo a la nevera mientras continúas con el relleno, de modo que la base se asiente correctamente.

La tarta de limón sigue con la crema, que es el corazón del postre. Debes batir los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté integrada y ligeramente espumosa, añadir después el zumo de limón poco a poco y, a continuación, incorporar la nata. Si decides usar gelatina, debes hidratarla previamente y disolverla bien antes de añadirla a la mezcla. Cuando la crema esté lista, debes verterla sobre la base fría y dejarla reposar en la nevera varias horas, sin moverla, hasta que esté bien cuajada.

Publicidad
Publicidad