La tarta de nueces aparece siempre ligada a recuerdos tranquilos, a tardes sin prisa y a mesas donde el café se sirve despacio. La tarta de nueces no necesita artificios ni decoraciones excesivas para brillar, porque su fuerza está en el aroma que empieza a salir del horno y en ese sabor profundo que remite a lo casero, a lo hecho con cuidado y con tiempo. Desde el primer momento, la tarta de nueces invita a bajar el ritmo y a disfrutar del proceso tanto como del resultado.
Esta tarta, además, tiene algo reconfortante que va más allá del dulce, pues es una receta que se transmite, que se adapta y que cada casa hace un poco suya, pero que siempre mantiene ese carácter cálido que la define. Cuando alguien decide preparar una tarta de nueces, sabe que no está haciendo solo un postre, sino creando una excusa perfecta para reunir, para compartir y para alargar la sobremesa como antes.
2Preparación paso a paso
Para hacer la tarta de nueces, debes empezar batiendo la mantequilla con el azúcar hasta lograr una mezcla clara y cremosa. A continuación, debes ir incorporando los huevos uno a uno, sin prisas, asegurándote de que cada uno se integra bien antes de añadir el siguiente. Este paso es clave para que la tarta de nueces quede esponjosa y con una textura equilibrada.
Después, debes añadir la harina tamizada y mezclar con suavidad, evitando batir en exceso. En ese punto, es cuando debes incorporar las nueces troceadas y el aroma elegido, ya sea vainilla o limón. Una vez tengas la masa homogénea, debes verterla en el molde y llevarla al horno precalentado, donde la tarta de nueces se irá transformando lentamente, llenando la cocina de ese olor tan reconocible.





