El color que deberías tener en casa si buscas calma y enfoque mental

La calma mental también se construye desde casa, a veces sin darnos cuenta. Basta elegir bien los colores que nos rodean para crear un ambiente que ayude a bajar el ruido interior, respirar con más calma y pensar con mayor claridad cada día.

La calma no siempre llega sola, a veces hay que ayudarla a entrar en casa. En un momento en el que el ruido exterior se cuela por todas partes y la mente salta de estímulo en estímulo sin descanso, el espacio en el que vivimos se convierte en algo más que un lugar físico. Es refugio, es pausa y, si está bien pensado, también puede ser una herramienta para recuperar el equilibrio mental.

La calma tiene mucho que ver con lo que vemos a diario, con los colores que nos rodean y con la forma en la que estos influyen, casi sin que nos demos cuenta, en nuestro estado de ánimo y en nuestra capacidad de concentración. Entre todos ellos, hay uno que destaca por su capacidad para aportar serenidad sin apagar la mente, un tono que invita al silencio interior y al enfoque sostenido.

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La calma también está en los pequeños detalles

“El color puede ir en detalles pequeños”. Fuente: Freepik

No siempre es necesario un cambio radical para invitar a la calma a entrar en casa. A veces basta con introducir este color en cojines, cortinas, láminas o incluso en plantas naturales que refuercen esa sensación de conexión con lo orgánico. El verde, combinado con materiales como la madera o el lino, potencia aún más su efecto tranquilizador.

Al final, la calma no depende solo del color, pero el color ayuda. Elegir tonos que acompañen el ritmo que queremos para nuestra vida diaria es una forma silenciosa de cuidarnos. En un hogar donde el verde suave tiene presencia, la mente encuentra un lugar donde posarse, respirar y concentrarse sin esfuerzo, algo cada vez más valioso en el mundo que nos rodea.

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