Nuevo Baztán, el pueblo barroco que es un tesoro oculto cerca de la capital

A pocos kilómetros de Madrid, Nuevo Baztán se revela como una sorpresa tranquila y elegante, un pueblo barroco que no hace ruido pero deja huella. Basta pasear por sus calles para entender que aquí hay algo distinto, un tesoro histórico y arquitectónico que muchos pasan por alto sin saber lo que se están perdiendo.

Nuevo Baztán sorprende precisamente porque no presume de lo que es. A pocos kilómetros de Madrid, este municipio guarda una historia singular que pasa desapercibida para muchos viajeros que buscan escapadas rápidas desde la capital. Basta llegar para darse cuenta de que no es un pueblo cualquiera, sino un proyecto urbano pensado con ambición, belleza y una visión muy poco común para su época.

Nuevo Baztán nació como una idea avanzada a su tiempo, un lugar donde industria, arquitectura y vida cotidiana convivieran en armonía. Hoy, recorrer sus calles tranquilas es asomarse a un pasado en el que el arte barroco no estaba reservado solo a palacios y grandes ciudades, sino también a un pueblo concebido como un conjunto monumental, discreto y elegante.

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Arquitectura barroca en estado puro en Nuevo Baztán

“Plaza del Secreto”. Fuente: Wikipedia

Uno de los grandes atractivos de Nuevo Baztán es su arquitectura, diseñada por José Benito de Churriguera, uno de los nombres más destacados del barroco español. La plaza principal, la iglesia de San Francisco Javier y el antiguo palacio-fábrica forman un conjunto monumental que impresiona por su sobriedad y equilibrio, lejos del barroco recargado que muchos imaginan.

Pasear por el casco histórico de Nuevo Baztán es hacerlo sin prisas, observando detalles en las fachadas, juegos de volúmenes y una armonía poco habitual en pueblos pequeños. Todo está pensado para dialogar entre sí, creando una sensación de orden y belleza que se mantiene intacta siglos después y que convierte la visita en una experiencia muy agradable.

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