El portavoz del Partido Popular en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons, ha lanzado una dura crítica contra la gestión fiscal del Gobierno de Pedro Sánchez, centrando su denuncia en lo que considera una «imposición» injustificada: la obligatoriedad de instalar balizas de emergencia en los vehículos a partir del próximo mes de enero.
Según el eurodiputado, esta medida no responde a una exigencia de la Unión Europea, situando a España como el único país que aplicará esta normativa de forma inminente. Pons subraya que, si bien se presenta como una iniciativa de seguridad vial, la realidad es que supondrá un desembolso masivo para los ciudadanos, generando solo por el concepto de IVA una recaudación extraordinaria de más de 300 millones de euros para las arcas públicas.
DESAFECCIÓN ANTE LA PRESIÓN FISCAL
Para el dirigente popular, esta nueva carga económica es el último ejemplo de una trayectoria gubernamental marcada por un incremento constante de la presión sobre las familias. González Pons sostiene que el Ejecutivo ha subido los impuestos en cien ocasiones distintas, una estrategia que, sumada al efecto devastador de la inflación en la cesta de la compra, ha provocado un empobrecimiento progresivo de la clase media española.
En su análisis, el portavoz vincula directamente la política económica con la situación ética del gabinete, afirmando que, aunque el pago de tributos es un acto de decencia civil, resulta profundamente inquietante cuando estos fondos son gestionados por una administración a la que califica de corrupta.
El eurodiputado argumenta que el contraste entre el esfuerzo fiscal de los trabajadores y los escándalos de corrupción que aparecen en los medios genera un sentimiento de desazón y una peligrosa desafección democrática. Según su visión, los ciudadanos ven cómo su dinero se pierde en gastos injustificables mientras ellos deben costear medidas de seguridad obligatorias que el Estado no debería cobrar si realmente busca proteger a la población.
González Pons concluye que España se encuentra en un punto de saturación donde la incapacidad para combatir la inflación y la opacidad en la gestión de los recursos públicos hacen necesario un adelanto electoral. Para el PP, el país urge de un cambio de rumbo que permita a los españoles pagar únicamente los impuestos que su economía puede soportar, lejos de lo que consideran un modelo de recaudación basado en la imposición y el descontrol del gasto.
