La base naval de Rota fue escenario de un encuentro de alto calado estratégico y simbólico para la defensa nacional. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha visitado las instalaciones del Grupo Anfibio y de Proyección de la Flota, conocido técnicamente como GRUPFLOT, para poner en valor la capacidad operativa de una de las unidades más versátiles y determinantes de la Armada española. En un contexto global marcado por la inestabilidad y las crecientes tensiones internacionales, la presencia de la ministra ha servido para subrayar el papel de vanguardia que España desempeña actualmente en el seno de la Alianza Atlántica, consolidando su prestigio mediante una fuerza que combina la disuasión militar con una profunda vocación de servicio a la seguridad regional.
La jornada ha tenido como punto neurálgico el buque anfibio portaeronaves ‘Juan Carlos I’, la joya de la corona de la marina española, que ha finalizado recientemente un ambicioso proceso de modernización. Acompañada por el almirante de la Flota, José Enrique Delgado Roig, y el contralmirante Antonio González-Tanago de la Lastra, jefe del GRUPFLOT, Robles ha podido comprobar de primera mano las mejoras implementadas en este gigante de los mares. Esta actualización tecnológica no solo asegura la longevidad operativa del buque, sino que garantiza que España mantenga su estatus como una de las pocas naciones capaces de liderar fuerzas expedicionarias complejas en cualquier escenario del globo.
LIDERAZGO INTERNACIONAL BAJO EL GRUPO DÉDALO
Durante la visita institucional, la ministra ha recibido un informe detallado sobre el desempeño del Grupo de Combate Expedicionario ‘Dédalo’ a lo largo de este año 2025. Este despliegue ha supuesto la principal actividad del GRUPFLOT durante el ejercicio que ahora concluye, demostrando una robustez operativa envidiable tras acumular un total de 125 días de navegación distribuidos en tres fases distintas. Bajo la estructura del ‘Dédalo’, la Armada ha logrado integrar con éxito capacidades anfibias, unidades de escolta, soporte logístico y fuerzas de desembarco, proyectando una imagen de cohesión y eficacia que ha sido ampliamente reconocida por los aliados.
Para la ministra Robles, este despliegue no es solo un ejercicio de fuerza, sino una herramienta fundamental de la diplomacia de defensa española. Al situarse a la cabeza de los aliados en el ámbito marítimo, España refuerza su compromiso ineludible con la paz y la seguridad internacional, fortaleciendo la cooperación mutua y la vigilancia de las rutas comerciales y la seguridad marítima. La ministra ha sido tajante al afirmar que la Armada es, en estos momentos, un ejemplo de profesionalidad y eficacia que sitúa al país en una posición de privilegio dentro de la estructura de la OTAN, actuando como un elemento de estabilidad necesario en un mundo cada vez más convulso.
La estructura del GRUPFLOT es compleja y está diseñada para responder a una amplia gama de misiones, desde la guerra anfibia pura hasta la asistencia humanitaria en zonas de conflicto o catástrofe. Actualmente, este grupo está integrado por el mencionado ‘Juan Carlos I’, los buques de asalto anfibio ‘Galicia’ y ‘Castilla’, las diversas embarcaciones que componen el Grupo Naval de Playa y un Estado Mayor operativo altamente cualificado. Esta combinación de activos permite a España disponer de una plataforma estratégica para la proyección del poder naval, permitiendo el despliegue de tropas y aeronaves en zonas alejadas del territorio nacional con total autonomía.
La modernización del buque insignia del grupo es un paso necesario para mantener estas capacidades frente a los retos tecnológicos del siglo XXI. La capacidad de respuesta ante amenazas asimétricas y la necesidad de interoperabilidad con las fuerzas más avanzadas del mundo exigen una actualización constante de los sistemas de mando, control y comunicaciones. En este sentido, la visita de hoy ha servido para confirmar que la inversión en defensa se traduce en resultados tangibles que posicionan a la industria nacional y a las fuerzas armadas en el primer nivel tecnológico y operativo del entorno europeo y transatlántico.
HORIZONTES ESTRATÉGICOS PARA EL PRÓXIMO EJERCICIO OPERATIVO
Mirando hacia el futuro inmediato, el calendario de 2026 ya se perfila con una intensidad operativa similar o superior a la del presente año. Los planes presentados a la ministra contemplan una estructura de despliegue dividida en dos fases críticas que llevarán a la Armada a operar en escenarios de alta relevancia geopolítica. En la primera mitad del año, el GRUPFLOT cruzará el Atlántico para situarse en la costa este de los Estados Unidos, donde participará en el ejercicio multinacional ‘Fleetex’. Esta colaboración estrecha con la Marina estadounidense es vital para mantener la sintonía táctica y técnica con nuestro principal aliado comercial y de defensa.
La segunda fase del año 2026 devolverá el protagonismo al Mediterráneo, un mar que sigue siendo prioritario para los intereses de seguridad nacional de España. Está previsto que el grupo participe en la operación de Vigilancia Reforzada de la OTAN conocida como ‘Neptune Strike’, una misión diseñada para demostrar la capacidad de integración de las fuerzas navales aliadas en la defensa del flanco sur de Europa. Estas misiones se complementarán con ejercicios de carácter nacional e internacional de gran envergadura, como el ‘Flotex’, organizado por la propia Armada, y el ‘Steadfast Dart’, ambos orientados a pulir la interoperabilidad y la preparación de todas las unidades implicadas en la defensa colectiva.
