Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando incorporas el té de laurel a tu rutina diaria

Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando incorporas el té de laurel a tu rutina diaria y conviertes un gesto sencillo en un pequeño ritual de cuidado.

El té de laurel ha pasado años ocupando un discreto segundo plano en la despensa, casi siempre reservado para aromatizar guisos y caldos, pero pocas veces pensado como una bebida con entidad propia. Sin embargo, cada vez son más las personas que miran hacia las infusiones tradicionales buscando pequeños gestos diarios que ayuden a sentirse mejor sin recurrir siempre a soluciones artificiales. En ese regreso a lo natural, el té de laurel empieza a ganar protagonismo.

El té de laurel forma parte de una tradición milenaria en España y en muchos otros países, donde las hierbas medicinales se han utilizado durante siglos para aliviar molestias digestivas, calmar el cuerpo y acompañar procesos de recuperación. Aunque no goza de la popularidad de la manzanilla o el jengibre, sus hojas concentran propiedades aromáticas y terapéuticas que, tomadas de forma regular, pueden provocar cambios perceptibles en el organismo.

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Un aliado para la digestión y el confort intestinal

“Un té para la digestión”. Fuente: Freepik

Uno de los efectos más comentados del consumo habitual de el té de laurel tiene que ver con el sistema digestivo. A falta de estudios concluyentes, la experiencia acumulada en la medicina popular señala que esta infusión puede ayudar a aliviar la pesadez, mejorar las digestiones lentas y combatir el estreñimiento, un problema más común de lo que se suele admitir.

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Además, los aceites esenciales presentes en la hoja de laurel parecen actuar frente a bacterias y hongos responsables de la hinchazón abdominal y la flatulencia. Tomar el té de laurel después de las comidas, siempre como complemento de una dieta equilibrada, puede contribuir a reducir esa sensación incómoda de tripa inflamada que aparece al final del día.

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