Cruasanes rellenos de pollo: pequeños, dorados y absolutamente irresistibles para las fiestas

Te enseñamos a hacer unos cruasanes rellenos de pollo irresistibles, pequeños, dorados y con un relleno cremoso que convierte cualquier picoteo en un momento especial.

Los cruasanes rellenos de pollo se han ganado un lugar fijo en las mesas festivas por la sencilla razón de que siempre funcionan. Son pequeños, dorados, fáciles de comer con la mano y tienen ese punto irresistible que hace que desaparezcan antes de que uno se dé cuenta. No importa si se sirven como aperitivo, en un bufé informal o como parte de una merienda salada, los cruasanes rellenos de pollo conectan con todos los paladares y no exigen grandes complicaciones.

Los cruasanes rellenos de pollo, además, tienen la ventaja de que se pueden preparar con antelación y terminar en el horno justo antes de servir. El aroma que desprenden al calentarse es suficiente para reunir a todo el mundo alrededor de la mesa, y su tamaño invita a repetir sin remordimientos. Son de esos bocados que parecen sencillos, pero que bien hechos marcan la diferencia.

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Preparación paso a paso

“Cada paso es fundamental”. Fuente: YouTube

Empieza por preparar el relleno antes de tocar los cruasanes. Debes mezclar el pollo desmenuzado con el ingrediente cremoso elegido hasta obtener una pasta fácil de manejar, que no se desparrame al rellenar. Ajusta el punto de sal y pimienta y deja reposar unos minutos para que los sabores se integren, este pequeño gesto marca la diferencia en el resultado final.

Mientras tanto, corta los cruasanes rellenos de pollo por la mitad con cuidado, sin separarlos del todo. Debes rellenarlos con una cantidad generosa, pero sin forzar, para que al hornearlos no se abran ni pierdan el relleno. Colócalos en una bandeja, pincélalos ligeramente con huevo batido para que queden bien dorados y llévalos al horno precalentado hasta que estén calientes por dentro y crujientes por fuera.

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