2026: Ha llegado la hora de la equiparación de salarios de policías y guardias civiles

Los números no mienten. Los políticos, en ocasiones sí. La equiparación salarial de la policía no es lujo. Es justicia elemental.

En los próximos meses, España debería resolver una injusticia que lleva siete años sin ejecutarse. Un Mosso d’Esquadra cobra 600 euros más que un policía nacional. Hacen exactamente lo mismo. Arriesgan la vida igual. Pero cobran diferente. La equiparación salarial no es una petición nueva. Es un acuerdo de 2018 que el Gobierno prometió cumplir y nunca lo hizo.

El dinero no miente: 600 euros mensuales de diferencia injustificable

Un guardia civil abre el sobre de su nómina cada mes. Tras impuestos, después de descuentos, ve una cifra. Un Mosso abre el suyo. Ve más. Mucho más. No es envidia. Es matemática brutal. Según datos del sindicato de policías nacionales JUCIL, un mosso d’esquadra cobra 39.729,26 euros brutos al año, mientras que un policía nacional percibe 33.546,07 euros. Diferencia: 6.183,19 euros anuales. En mensual, rondan los 600 euros. No es poca cosa. Es la diferencia entre hipoteca o comida.

Cuando subes de categoría, la brecha se amplía. Un mosso de categoría 2 llega a ganar hasta 8.251 euros más al año que un guardia civil. Y las pagas extraordinarias multiplican el problema. Mientras un mosso recibe 5.709,25 euros en extras, un policía nacional obtiene apenas 3.370,16. Es decir, en diciembre y en julio, la diferencia es de 3.511,97 euros por paga. Eso destruye presupuestos. Destruye dignidad. Y destruye la confianza en un sistema que supuestamente valora la igualdad.

Publicidad

​Un policía español de escala básica cobra 2.000 euros brutos mensuales en 2025. Parece decente. Hasta que lo comparas con sus homólogos europeos y el panorama se vuelve desolador. Un policía alemán en la misma escala percibe 4.200 euros mensuales. Un francés, 3.395 euros. Un italiano, 2.537 euros. España es el último de los «cuatro grandes» de Europa. Ni siquiera en Bélgica, Luxemburgo o Irlanda donde cogan 4.200, 4.200 y 3.576 euros respectivamente. Los Países Bajos pagan 3.881 euros. Portugal, nuestro vecino más cercano, compensa con servicios pero salario similar. Pero aquí está lo demoledor: trabajamos más horas, con menos recursos, en una democracia del G20, y cobramos menos que en Alemania, Francia, Italia o Reino Unido.

Suecia, Dinamarca y Noruega son otro universo: 5.700-6.000 euros. Pero ni siquiera necesitas irte al norte. República Checa paga 2.800 euros. Polonia, 2.400. Hungría, 2.300. Países con PIB per cápita menor que España pagan mejor a sus policías. La conclusión es brutal: España invierte en seguridad policial menos que cualquier país desarrollado de su entorno. Mientras hablamos de equiparación con Mossos, nuestros policías nacionales están en el sótano de Europa occidental. No es injusticia autonómica. Es injusticia continental. Un problema que atañe al país completo, no solo a negociaciones internas.

salario policia espana europa Moncloa

La jubilación: donde el agravio alcanza dimensiones obscenas

Pero hay algo peor. Mucho peor. La jubilación. Un mosso d’esquadra que se retira a los 59 años cobra 3.175,04 euros mensuales. Toda la vida. Sin penalización. Es una jubilación anticipada reconocida como profesión de riesgo. Un policía nacional a esa edad pasa a «situación de reserva» y cobra 1.697,17 euros mensuales. Diferencia: 1.477,87 euros cada mes. Tras 35 años de servicio, su jubilación es casi la mitad que la de un policía catalán. Eso es un robo legalizado.

Un mosso d’esquadra que se retira a los 59 años cobra 3.175,04 euros mensuales. Un policía tras 35 años de servicio cobra poco más de la mitad

Y espera. A los 65 años, cuando finalmente se jubilan los policías nacionales, cobran 2.155 euros mensuales. Un 32,13% menos que los Mossos. Treinta años de jubilación. Una reducción de ese tamaño. Es un sistema que castiga la geografía. Castiga el cuerpo. Y castiga a familias enteras.

2018: El acuerdo que prometieron y nunca cumplieron

En 2018 todo cambió. O eso prometieron. El Gobierno firmó un acuerdo de equiparación. «A igual trabajo, igual salario». Suena bonito. Hueca promesa. Siete años después, la brecha persiste. Incluso ha crecido en algunos aspectos. Los sindicatos denuncian que el Ministerio del Interior ha bloqueado durante años las mejoras salariales que debían cerrarse hace medio lustro.

La subida del 0,5% en enero y el 2,5% propuesto para diciembre de 2025 son migajas. Los policías lo saben. Los guardias civiles lo saben. El incremento es «meramente testimonial» según JUCIL. No resuelve la discriminación estructural. No acerca a nadie a lo que debería ser. Es un parche para decir que «algo se hace» mientras los verdaderos problemas siguen sin resolverse. El Gobierno se escuda en la «regla de gasto»: no puede subir más del 4% acumulado en 2025-2026. Eso limita. Pero no justifica mantener una injusticia.

Publicidad

70.000 policías nacionales y 15.000 guardias civiles esperan la respuesta.

La cifra obscena: 80% de los Mossos los paga también Interior

Aquí es donde el absurdo toca fondo. El Ministerio del Interior financia aproximadamente el 80% del salario de los Mossos d’Esquadra. Es decir, es el mismo ministerio pagando ambas nóminas. La Policía Nacional íntegramente. Los Mossos mayoritariamente. Y aun así, existe esta brecha. ¿Cómo es posible? No hay respuesta lógica. Solo hay explicación política.

Los sindicatos lo formulan así: «Es incomprensible que el propio Ministerio financie mayoritariamente ambas nóminas y aún exista esta brecha». Porque si lo que cuesta es lo mismo (aproximadamente), el problema no es presupuestario. El problema es que a alguien le interesa que los policías nacionales cobren menos. Quizá sea castigo por no ser autonómicos. Quizá sea desinterés. Quizá sea negligencia criminal. Pero no es accidente. Es decisión política.

Europa grita: profesión de alto riesgo. España calla.

La Comisión Europea ha pedido recientemente que ciertos ataques contra agentes sean considerados «eurodelitos». Y que la profesión sea reconocida no como riesgo, sino como «alto riesgo». Es una categoría que abre puertas. Mejor jubilación. Mejor protección legal. Mejor cobertura en intervenciones. Europa lo ha entendido. ¿Sabe la Administración española?

El Senado votó el 15 de mayo. Proposición de Ley del PP. Objetivo: incluir a Policía Nacional y Guardia Civil como profesiones de alto riesgo. Resultado: 147 votos a favor, 103 en contra. El PP, Vox y UPN votaron sí. El PSOE, ERC y Bildu votaron no. Junts y PNV se abstuvieron. La norma debe refrendarse en Congreso. Y ahí está el meollo. El Gobierno de Sánchez tiene la última palabra. Y hasta ahora, como sus antecesores, ha elegido silencio.

¿Qué dice realmente JUNTOSPOLGC? La nueva voz unificada

Una nueva asociación profesional ha eclosionado: JUNTOSPOLGC. Reúne policías nacionales y guardias civiles bajo un mismo objetivo. Su portavoz resume así: «Un mosso d’Esquadra puede ganar 600 euros más al mes que un policía nacional. Y en jubilación, la diferencia llega a los 700 euros.» La lista de reivindicaciones no es extravagante. Es sentido común: equiparación salarial plena, reconocimiento como profesión de alto riesgo, jubilación sin pérdida de poder adquisitivo, amparo jurídico en intervenciones, recuperación del principio de autoridad.

Y remacha: «No pedimos nada extraordinario. Pedimos justicia e igualdad. Nada más.» Eso es el argumento que rompe. No es avaricia. Es dignidad. Es el reconocimiento de que un uniforme español vale lo mismo que un uniforme catalán. Que el riesgo es riesgo donde sea. Que la penosidad de la profesión no cambia por fronteras autonómicas. JUNTOSPOLGC representa a decenas de miles de agentes cansados de esperar promesas.

​Un policía español de escala básica 2000 euros al mes. Un alemán en la misma escala percibe 4200 euros mensuales. Un francés, 3395 euros y Un italiano, 2537 euros

Los números de 2026: llegó el momento de actuar

En 2026, el Gobierno debe tomar decisiones. El incremento del 1,5% más 0,5% ligado a IPC que se propone es insuficiente para cerrar una brecha de siete años. Los cálculos de Hacienda apuntan a que cada punto de subida salarial en el funcionariado cuesta 2.000 millones de euros. Una equiparación plena, inmediata, supondría invertir 5.000-8.000 millones más. Es presupuestario. Pero también es político. ¿Vale la pena? 70.000 policías nacionales y 15.000 guardias civiles esperan la respuesta.

Las tasas de suicidio en fuerzas de seguridad son triplicadas respecto a población general. Los problemas de salud mental disparan en un contexto de presión laboral, falta de reconocimiento, y agresiones. Agredir a un policía nacional en 2024 fue 34% más probable que hace dos años. En ese contexto, decirles que además cobran menos que sus homólogos autonómicos es un disparo al alma. La equiparación salarial no es lujo. Es supervivencia institucional. Por el bien de todos.

Publicidad
Publicidad