Franco Berrino (81 años), médico: la facilidad de perder peso con estas 4 claves nutricionales

Perder peso sin pasar hambre ni vivir a dieta es posible, y Franco Berrino lo demuestra con su mensaje de que que adelgazar no va de prohibir ni de sufrir, sino de comer con sentido común, moverse un poco más y aprender a tratarse mejor por dentro y por fuera.

Perder peso no debería sentirse como una lucha constante ni como una lista interminable de normas imposibles de cumplir. Durante demasiado tiempo se ha asociado adelgazar con pasar hambre, eliminar alimentos y vivir con la sensación permanente de estar fallando, cuando la experiencia demuestra que ese camino casi siempre termina en cansancio, ansiedad y efecto rebote. Hoy, cada vez más expertos coinciden en que el verdadero cambio no pasa por dietas extremas, sino por aprender a relacionarnos mejor con la comida y con nuestro propio cuerpo.

En esa línea encaja el mensaje de Franco Berrino, médico italiano de 81 años, que ha logrado conectar con miles de personas gracias a una visión tranquila y realista sobre perder peso. Lejos de prometer resultados rápidos, habla de hábitos sostenibles, de sentido común y de una forma de comer que no castiga. Su propuesta parte de la idea de que para adelgazar y mantenerse, no hace falta prohibir, sino entender, ordenar y escuchar.

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Comer despacio y elegir con cabeza

“Comer con calma ayuda más”. Fuente: Freepik

Entre las claves prácticas para perder peso, el médico destaca la importancia de masticar bien y comer sin prisas. Comer despacio ayuda a que el cuerpo registre la saciedad, reduce el apetito real y mejora el control de la glucosa, lo que evita picos que luego se traducen en más hambre. Algo tan simple como sentarse con calma y prestar atención a lo que comemos puede marcar una gran diferencia.

También recomienda cenar ligero y temprano, dejando pasar unas 14 horas hasta el desayuno del día siguiente, sin caer en ayunos extremos. En cuanto a los alimentos, los grandes aliados son las verduras, las legumbres, las frutas en cantidades moderadas, los frutos secos y los fermentados como el yogur o el kéfir, que ayudan a la microbiota intestinal. Berrino no habla de eliminar hidratos de carbono, sino de controlar los ultraprocesados, las harinas refinadas, la bollería industrial y el exceso de carne roja.

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