La vitamina D se ha convertido en una de las grandes protagonistas del boom de los suplementos en España. Basta con entrar en una farmacia o navegar unos minutos por redes sociales para encontrar mensajes que la presentan casi como una solución universal para fortalecer huesos, prevenir enfermedades graves o mejorar la salud general. En un contexto en el que cada vez más personas buscan cuidarse, la tentación de añadir una cápsula diaria parece sencilla y hasta responsable.
Sin embargo, no todos los médicos comparten ese entusiasmo, entre esos, el nefrólogo Borja Quiroga, doctor en medicina y una de las voces más críticas con esta tendencia, quien pone sobre la mesa la advertencia de que suplementar con vitamina D a personas sanas no solo no ha demostrado beneficios reales, sino que puede acarrear problemas innecesarios. Su postura, basada en evidencia científica y experiencia clínica, invita a reflexionar sobre hasta qué punto estamos medicalizando la vida cotidiana sin necesidad.
3No todos los suplementos son iguales
Aunque su discurso es crítico, Quiroga no demoniza todos los suplementos por igual. De hecho, hay uno que sí recomienda: la creatina monohidratada pura. A diferencia de la vitamina D, la creatina cuenta con una evidencia sólida en determinados contextos, especialmente en personas que practican deporte de forma regular. Está presente de manera natural en alimentos como las carnes rojas y los mariscos, y su uso está bien estudiado.
El nefrólogo destaca que la creatina no solo mejora el rendimiento y la recuperación muscular, sino que también muestra efectos positivos a nivel cognitivo. Además, aclara que su consumo, cuando es adecuado y de calidad contrastada, no supone un riesgo para los riñones, pese a la confusión habitual con la creatinina, el marcador que se utiliza para evaluar la función renal. Eso sí, insiste en elegir productos con garantías, procedentes de fabricantes autorizados y con controles de calidad claros.






