La empresa española Navantia entregará el 26 de julio a la Real Fuerza Naval Saudita la que será su segunda corbeta de la clase Al-Jubail, unos navíos que por su ratio tamaño/capacidad de combate evocan a las míticas “hormigas atómicas” construidas para la Armada española en los años setenta del pasado siglo.
La empresa pública entregará esta nueva corbeta, de nombre ”Al-Diriyah”, que es la segunda de las cinco unidades de este tipo encargadas por el Ministerio de Defensa del “Reino” a Navantia en julio de 2018, tras una fructífera gestión de la Casa Real española con su homólogo saudí (de facto) el príncipe heredero Mohammad bin Salmán.
La ceremonia de entrega se realizará en la localidad gaditana de San Fernando, en cuyo astillero de Navantia se han construido/construyen las cinco unidades de la citada clase Al-Jubail, que se basan en el diseño Avante 2200 de la empresa pública.
Más concretamente la entrega tendrá lugar en el anexo, a la planta de construcción, Arsenal La Carraca, una instalación de la Armada española. Estamos ante el mismo escenario donde se transfirió el pasado 31 de marzo la primera de las cinco corbetas en un acto presidido por el comandante de la Marina saudí, el vicealmirante Fahad Bin Abdullah Al-Ghofaily, su homólogo español, el almirante general Antonio Martorell Lacave y el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez.
Con esta entrega Navantia continúa, a pesar de los paros generados por el COVID-19 y la duramente reprimida huelga del metal, con el cumplimiento de los plazos marcados en el contrato. En este punto también hay que recalcar la gran seriedad por parte saudí de los pagos, a diferencia del similar programa llevado a cabo en la primera década del siglo con Venezuela. En el caso concreto de esta segunda unidad, fue botada el 14 de noviembre de 2020, y ya desde hace días lleva realizando sus pruebas de mar, previas a la aceptación, en las aledañas aguas del Golfo de Cádiz.
Respecto a las otras tres corbetas que restan por entregar, y que se pusieron a flote en su totalidad a lo largo de 2021, están en diferentes fases de construcción de la cubierta y la instalación de su armamento, atracadas en el muelle de dicha factoría isleña. Así está previsto que la tercera corbeta, la “Hail” se ponga a disposición del cliente en septiembre de este mismo 2022, la cuarta “Jazan” en enero de 2023 y en junio de dicho año la última, que según luce en su casco se llamará “Unayzah”.
Las corbetas están basadas en el referido diseño Avante 2200, adaptadas a los múltiples y exigentes pliegos de condiciones del cliente árabe por excelencia, lo que ha dado como resultado un fiable navío que desplaza 2.500 toneladas y 104 metros de eslora (largo). En las pruebas de mar de las dos primeras se ha comprobado que se comportan perfectamente en el océano Atlántico, lo que se designa en el argot como que son “muy marineras”.
Aunque lo realmente espectacular es lograr integrar y adaptar tan completos y complejos sensores, y sobre todo un armamento sin parangón en un navío de este porte.
El complejo sistema de combate consta de proa a popa de un cañón naval automático italiano Leonardo SR (Super Rapid) de 76,62 mm, y justo detrás del montaje se sitúan las 16 células de lanzamiento vertical para disparar misiles antiaéreos norteamericanos Raytheon Evolved SeaSparrow Missile (ESSM); ya detrás del castillo lleva los lanzadores de antibuque made in USA también Boeing Harpoon Block II. También en el castillo de proa se aprecia ya el moderno sistema de defensa de punto alemán antiaéreo/antimisil o Close-in Weapon System (CIWS) Rheinmetall Oerlikon Millenium de 35 mm, que le otorga una capacidad de defensa a corta distancia con la que no cuentan los navíos de la Armada española.
Aunque todavía en las fotos no se aprecia que estén instalados, llevarán lanzadores triples (uno por banda) de torpedos antisubmarinos norteamericanos Mark 32 de 324 mm y estaciones de armamento automáticoremoto o Remote Weapon Station (RWS) de un modelo desconocido de momento.
También es impresionante observar el palo mayor de los navíos Al-Jubail plagados de sensores, sistemas de guerra electrónica o Electronic Warfare (EW), equipos de navegación, etc. Además el navío está plenamente preparado para operar en zonas de temperaturas extremas, como son las de las aguas aledañas al mar Rojo y al golfo Pérsico, que bañan a Arabia Saudita.
En este sentido el moderno diseño de Navantia recuerda el de su antecesora Empresa Nacional Bazán de principios de los años setenta del pasado siglo de las corbetas de la clase Descubierta que, con un desplazamiento de unas 1.640 toneladas, tenían también un espectacular armamento, por lo que se las denominaba como las “hormigas atómicas”. Tras su reconversión en patrulleros de altura a principios de siglo, todavía quedan en servicio dos de las seis unidades entregadas a la Armada entre 1978 y 1982, además de las dos vendidas a Egipto y la adquirida por la Real Marina de Marruecos.
La buena marcha del programa y las capacidades podrían dar paso a un nuevo encargo por parte de la Real Fuerza Naval Saudita de una segunda serie. Con estos “nuevos” buques podría equipar su Flota del Este que opera en el golfo Pérsico, ya que las actuales corbetas “made in Spain” serán asignadas a la Flota del Oeste, que opera desde la base de Yeda, sita en el mar Rojo.