Rafael Simancas, secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales, por decir algo, ya maniobra para empalmar su enĂ©simo salto para la supervivencia polĂtica. El horizonte que afronta Simancas no es todo lo esperanzador que Ă©l quisiera. Su continuidad en el Gobierno está en entredicho y ya maniobra, segĂşn fuentes del partido, para buscar acomodo en algĂşn puesto de responsabilidad. El perfil más gris y de ritmo de trabajo caribeño del PSOE afronta por enĂ©sima vez en su carrera polĂtica un reto de supervivencia. Moncloa le ha garantizado a Simancas su supervivencia en la SecretarĂa hasta noviembre de 2023, pero despuĂ©s de eso la respuesta que le dan es que el partido encara un periodo de incertidumbre en el que no tiene cabida. Por todo esto, Simancas y el Gobierno exploran la posibilidad de que dĂ© el salto a alguna administraciĂłn autonĂłmica en mayo para garantizarse el sueldo pĂşblico hasta más allá de las generales.
En el PSOE le acusan de ser un «segundĂłn» que no ha logrado asaltar la primera lĂnea de la polĂtica, pero lo cierto es que al menos en el plano econĂłmico sĂ que ha hecho sombra a todos y cada uno de los socialistas de Ferraz. Cobra más de 200.000 euros brutos anuales y ostenta una secretarĂa de Estado que muchos quisieran. Sea como sea, lo cierto es que Simancas no es precisamente uno de estos altos cargos cuestionados a nivel interno. De hecho, el Ministerio de Presidencia de Gobierno al que pertenece es uno de los pocos que goza de la confianza de Pedro Sánchez. AĂşn asĂ, Simancas, un inexplicable superviviente polĂtico que ha aumentado su salario pĂşblico pese a solo obtener derrotas internas en el PSOE, sopesa la posibilidad de marcharse antes de que acabe la legislatura para explorar la forma de prolongar su supervivencia polĂtica. Hasta ahora hay pocas opciones, pero la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento o el Congreso de los Diputados (en menor medida) son unas de ellas.
Simancas lleva en la polĂtica desde 1995. Es uno de esos «profesionales de la polĂtica» tan mal vistos que no tiene ningĂşn problema en plantearse una jubilaciĂłn tambiĂ©n en la administraciĂłn pĂşblica. Es perro viejo en Ferraz y se conoce hasta el Ăşltimo secreto del partido. Esta omnipresencia en los cotilleos del PSOE le ha valido la supervivencia polĂtica pese a no lograr los objetivos que se proponĂa. Quiso ser candidato varias veces, pero no logrĂł que esta posibilidad floreciera en una suerte de alcaldĂa, presidencia autonĂłmica o cualquier otro tipo de cargo similar. Ahora, sin embargo, Simancas se ha puesto manos a la obra porque ve que si aguanta la legislatura estará en una posiciĂłn complicada dadas las encuestas electorales.
Moncloa no ve con malos ojos dar una salida digna a Simancas
Simancas no tiene padrinos. Él, en todo caso, es su propio padrino dados los años que lleva en la polĂtica (casi 30). SĂ que le gusta vender que tiene buenos pupilos polĂticos trufados especialmente por la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital (que todos superan la cuarentena) a los que asegura que promociona a nivel interno. Pero lo cierto es que la agenda del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales , tal y como aseguran fuentes internas del partido, se centra solo en Ă©l. Moncloa no ve con malos ojos dar una salida digna a Simancas. El problema está en dĂłnde colocarle para que tenga el nivel de relevancia que Ă©l exige. Desde el PSOE aĂşn no aseguran destino, pero especulan con que donde más cĂłmodo se siente Simancas es precisamente en la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital.
Su ritmo de trabajo relajado es de sobra conocido por todos. Es muy activo en cuanto a los movimientos y actos polĂticos se refiere, pero el trabajo es otro cantar. Nadie le exige en el Ministerio de Presidencia de Gobierno asesoramiento excepto para cosas puntuales. Sacarle del Ejecutivo y darle una salida autonĂłmica en forma de un puesto en las listas a las elecciones de la Comunidad de Madrid, por ejemplo, es uno de los futuros que más convencen en Ferraz dado que asĂ podrĂa «ayudar» a Juan Lobato con su experiencia y evitar que el PSOE-M cogiera una deriva ajena a los intereses de Moncloa. Si a esto se le añade el cargo de portavoz, Simancas solo tendrĂa que reducirse el sueldo prácticamente a la mitad (en torno a 80.000 euros), algo más o menos asumible.
La vuelta de Simancas a Madrid es un rumor que ha cogido fuerza debido a que el PSOE no espera seguir en Moncloa después de los comicios. Las encuestas tan negativas han generado una buena cantidad de movimientos en el Gobierno dado que muchos ven que hace falta garantizarse alguna continuidad. Algunos tiene la posibilidad de volver a sus antiguos trabajos o profesiones, pero no es el caso precisamente de Rafael Simancas, quien no sabe hacer otra cosa que vivir de la administración pública desde 1995. Ahora está en una posición lo suficientemente buena como para elegir destino. Y el marco de las elecciones autonómicas y municipales es perfecto para darse salida. Ahora bien, renunciar a esos más de 200.000 euros brutos anuales que entran en su cuenta corriente no es fácil. Y bajar a los infiernos autonómicos implicará necesariamente una bajada de salario. De cobrar los 200.000 por no hacer nada pasará a menos de la mitad. Pero bueno, al menos podrá mantener su ritmo de trabajo.