El Gobierno quiere reducir el nĂºmero de personas con discapacidad en residencias para promover su «vida independiente»

El Gobierno ha subrayado que, entre las acciones competencia del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, se encuentra «la reducciĂ³n del nĂºmero de personas con discapacidad que viven en entornos institucionalizados«, de acuerdo con lo previsto en «la estrategia integral para la desinstitucionalizaciĂ³n para el impulso de la vida independiente y priorizando los servicios y apoyos en la comunidad».

AsĂ­ lo indica en una respuesta por escrito a una pregunta registrada por el grupo parlamentario VOX en el Congreso de los Diputados.

En su respuesta, el Ejecutivo señala que la desinstitucionalizaciĂ³n y el derecho a la vida independiente, en cumplimiento de lo establecido en el marco de la ConvenciĂ³n de los Derechos de las Personas con Discapacidad y la actual Estrategia Europea de Derechos de las Personas con Discapacidad 2021-2030, serĂ¡ «un objetivo principal a desarrollar en el marco estratĂ©gico nacional de derechos de las personas con discapacidad«.

AdemĂ¡s, recuerda, citando el preĂ¡mbulo de la ConvenciĂ³n, que los Estados partes reconocen que «muchas personas con discapacidad viven en la pobreza» y destacan la necesidad de hacer frente a las consecuencias que esta tiene.

Por todo ello, insiste en que la promociĂ³n de la vida independiente y la autonomĂ­a de las personas debe ser «la guĂ­a» sobre la que orientar el nuevo marco EstratĂ©gico Nacional.

En este contexto, precisa que la reciĂ©n aprobada Estrategia Española Sobre Discapacidad 2022-2030 plantea entre sus retos estratĂ©gicos «desarrollar la prestaciĂ³n de la asistencia personal y apoyos para la vida independiente de las personas con discapacidad, en especial a aquellas con grandes necesidades de apoyo».

TambiĂ©n se marca como objetivo, segĂºn añade, abordar una estrategia integral de desinstitucionalizaciĂ³n que priorice los servicios y apoyos en la comunidad, «prestando atenciĂ³n a paliar las posibles inequidades de acceso por motivos socioeconĂ³micos y el impacto de gĂ©nero que este desarrollo pueda tener«.

El Gobierno detalla que en el proceso de diseño de la Estrategia, se han identificado tres claves centrales para el desarrollo de este proceso de transiciĂ³n, la primera de ellas: «Invertir y nutrir alternativas y nuevos modelos de servicios comunitarios».

De esta forma, segĂºn indica, las personas que lo deseen podrĂ¡n, «con los apoyos y cuidados que requieran, permanecer en sus domicilios en el caso de personas mayores, o tener acceso a una vida independiente en el caso de personas con discapacidad, o vivir en un entorno familiar seguro en la infancia».

«El distanciamiento de las grandes instituciones sĂ³lo podrĂ¡ llevarse a cabo si se crean y organizan modalidades alternativas de atenciĂ³n de proximidad», remarca.

La segunda clave, segĂºn añade, es transformar el sistema de recursos que existen en la actualidad, lo que implica «emprender reformas tanto en sus estructuras como en los modelos de intervenciĂ³n y atenciĂ³n a las personas para que se orienten con base en los derechos y en la dignidad de las personas».

Este proceso de reforma, segĂºn señala, debe ser «gradual y acompasado», liderado por las propias personas y acompañado por las Administraciones PĂºblicas y otros agentes «que garanticen las condiciones para reformas y trĂ¡nsitos seguros y elegidos». «En ningĂºn caso se deberĂ­an realizar procesos de colocaciĂ³n de las personas de un lugar a otro, sin tener en cuenta su voluntad y preferencias», advierte.

AdemĂ¡s, el Gobierno enumera una tercera clave que consiste en poner a las personas en el centro de los cuidados y los apoyos frente a «los modelos tradicionales y asistenciales» donde «se las considera meras usuarias, receptoras de atenciĂ³n y en general, sus voluntades y preferencias no son tenidas en cuenta, tampoco las de sus familias».

«El giro de la personalizaciĂ³n conduce a entender que no se trata solo de que las personas tengan cubiertas sus necesidades mĂ¡s bĂ¡sicas sino que puedan tener vidas dignas y elegidas y, por lo tanto, tendrĂ¡n un papel protagonista en todas las decisiones que les afecten», apunta.

El Ejecutivo recuerda que serĂ¡ la SecretarĂ­a de Estado de Derechos Sociales el organismo encargado de coordinar todo el proceso de diseño y desarrollo de la Estrategia y serĂ¡ responsable de la gestiĂ³n y supervisiĂ³n del contrato que se suscriba. EstĂ¡ contemplado un proceso de en torno a 12 meses en los que se abrirĂ¡n varios procesos de participaciĂ³n y consultas.

El plan de trabajo establecido contempla, entre otras actuaciones: conocer la realidad de la institucionalizaciĂ³n en España; conocer las tendencias internacionales de desinstitucionalizaciĂ³n; crear un espacio de sensibilizaciĂ³n ciudadana y contar con un sistema de indicadores que permita realizar un seguimiento de la ejecuciĂ³n de la Estrategia, entre otras.

Respecto a la infancia en riesgo, el Gobierno explica que se «promueve su cuidado por familias, priorizĂ¡ndose las medidas preventivas de apoyo a las familias de origen para evitar al mĂ¡ximo posible las retiradas de tutela y, en el caso de no ser posible, se prima el acogimiento familiar en cualquiera de sus modalidades frente a la institucionalizaciĂ³n de niños, niñas o adolescentes».