Pablo Iglesias Ā«marca el caminoĀ» al PSOE en su relaciĆ³n con Marruecos

El Gobierno de EspaƱa estĆ” atravesando un delicado momento en sus relaciones diplomĆ”ticas con Marruecos. Una situaciĆ³n que parece haber llevado a los socialistas a cambiar algunas de las posiciones histĆ³ricas del paĆ­s con respecto al paĆ­s vecino, como sucedĆ­a con la aceptaciĆ³n, por parte del equipo de Pedro SĆ”nchez, de las pretensiones de Rabat sobre el SĆ”hara Occidental. PosiciĆ³n de los socialistas que ahora ha vuelto a demostrarse, despuĆ©s de que el PSOE haya decidido votar en el Parlamento Europeo en contra de la libertad de prensa en Marruecos. Una posiciĆ³n que recuerda a la ya defendida por Pablo Iglesias durante su mandato en Podemos.

La relaciĆ³n entre EspaƱa y Marruecos parece estar recuperĆ”ndose lentamente gracias a los esfuerzos de Pedro SĆ”nchez y el ministro de Exteriores, JosĆ© Manuel Albares, despuĆ©s de que la acogida por parte de EspaƱa del lĆ­der del Frente Polisario, Brahim Ghali, en pleno contexto de pandemia del Covid-19, dinamitara las relaciones entre ambos paĆ­ses.

Un enfado del Gobierno marroquĆ­ con el Ejecutivo de Pedro SĆ”nchez que se traducĆ­a, entre otros, con una entrada masiva de jĆ³venes magrebĆ­es en Ceuta en mayo de 2021. Una crisis diplomĆ”tica que recibĆ­a JosĆ© Manuel Albares que, a su llegada al Ministerio de Asuntos Exteriores, se enfrentaba a la ardua tarea de conseguir calmar las aguas de conflicto entre ambos paĆ­ses.Una tarea que parece haber conseguido el ministro socialista; al menos, de forma tenue y temporal. AsĆ­ pues, el Gobierno de Pedro SĆ”nchez se reunirĆ” con Marruecos en la esperada ReuniĆ³n de Alto Nivel (RAN) los prĆ³ximos 1 y 2 de febrero.

Una reuniĆ³n para la que el equipo del presidente socialista parece estar preparĆ”ndose fervientemente. Eso sĆ­, a travĆ©s de defender a capa y espada, incluso en el Parlamento Europeo, los intereses de Rabat. Aunque ello suponga una polĆ©mica dentro de EspaƱa, y un nuevo acercamiento de las siglas socialistas al pensamiento mĆ”s radical de sus socios de Podemos.

EL PSOE RECHAZA LA LIBERTAD DE PRENSA EN MARRUECOS

AsĆ­ pues, 17 diputados del PSOE decidĆ­an votar, hace apenas unos dĆ­as, en contra de una resoluciĆ³n para defender la libertad de prensa en Marruecos. Una resoluciĆ³n que estaba siendo debatida en el Parlamento Europeo, y que era aprobada poco despuĆ©s gracias a una inmensa mayorĆ­a de 356 votos de eurodiputados, entre los que tambiĆ©n se encontraban los del Partido Popular Europeo.

Un voto de los socialistas que, sin embargo, no pasaba desapercibida dentro de la cĆ”mara europea, ya que el PSOE europeo votaba, junto a partidos de la extrema derecha, en contra de defender los Derechos Humanos en Marruecos en referencia a los medios de comunicaciĆ³n. En concreto, el texto defendĆ­a la necesidad de luchar contra el encarcelamiento de periodistas en el paĆ­s, siendo esta cuestiĆ³n rechazada, a travĆ©s de sus votos, por los socialistas de la EurocĆ”mara.

Una decisiĆ³n que, sin duda, parece corresponder al interĆ©s de los socialistas, asĆ­ como del equipo de Gobierno de Pedro SĆ”nchez, de seguir fortaleciendo la relaciĆ³n entre el PSOE y el Gobierno de Marruecos. Una relaciĆ³n aĆŗn tensa despuĆ©s de las fuertes divisiones de los Ćŗltimos aƱos, y ante la que parece que Pedro SĆ”nchez estĆ” mĆ”s que dispuesto a abandonar algunas de las principales premisas democrĆ”ticas espaƱolas para Ā«contentarĀ» a Rabat, y conseguir asĆ­ una reuniĆ³n Ā«amistosaĀ» con el paĆ­s vecino a comienzos del mes de febrero.

PABLO IGLESIAS YA UTILIZƓ EL Ā«DISCURSOĀ» FRENTE A LOS MEDIOS

PosiciĆ³n del partido socialista sobre la libertad de prensa que, sin embargo, no sĆ³lo parece demostrar la intenciĆ³n del PSOE de acercarse inequĆ­vocamente a la polĆ­tica de Rabat, sino que tambiĆ©n parece demostrar que los socialistas parecen estar cogiendo Ā«el gustoĀ» a algunas de las pretensiones de sus socios de Gobierno. Y mĆ”s concretamente, a las pretensiones del ex lĆ­der de la formaciĆ³n morada, Pablo Iglesias, con respecto a los medios de comunicaciĆ³n.

Y es que el lĆ­der de los morados se ha pronunciado en diversas ocasiones sobre la necesidad de Ā«poner cotoĀ» a la prensa; eso sĆ­, siempre y cuando se mantenga su propia libertad de expresiĆ³n cuando Ć©l mismo hace uso de los medios. Ā«Los medios de comunicaciĆ³n, por lo menos una parte, tienen que tener mecanismos de control pĆŗblicoĀ» destacaba Iglesias en 2014.

Una idea recurrente en los discursos del ex podemita que, en el pasado mes de abril, volvĆ­a a destacar que la libertad de prensa no es mĆ”s que una Ā«utopĆ­aĀ» creada por los poderes que controlan la prensa. Ā«Libertad de prensa, o por quĆ© el que paga a la orquesta elige la mĆŗsicaĀ» destacaba el del chalet de Galapagar, en referencia a una informaciĆ³n sobre el alcalde de Madrid, JosĆ© Luis MartĆ­nez-Almeida.

Ā«Los medios de comunicaciĆ³n, lejos de ser una suerte de actores neutrales, de mera transmisiĆ³n de la informaciĆ³n, son bĆ”sicamente grandes aparatos ideolĆ³gicos, grandes aparatos de valores que son capaces, no solo de organizar los temas de la discusiĆ³n, sino de jerarquizar esos temas y convertirse en los actores polĆ­ticos mĆ”s importantesĀ» destacaba Pablo Iglesias en una reciente intervenciĆ³n en Chile.

Palabras que ahora parecen haber Ā«calado hondoĀ» dentro del PSOE que, alejĆ”ndose de la libertad de prensa y la libertad de expresiĆ³n que existe en EspaƱa, parece haber comprado el Ā«discursoĀ» podemita en el Parlamento Europeo. Un discurso que, sin duda, podrĆ” garantizar una mejora en las relaciones de los socialistas con Marruecos, a pesar de las dudas internacionales que pesan sobre Rabat y su aparente desdĆ©n por los Derechos Humanos.