El Papa ha lamentado «el pecado del racismo» en la muerte de George Floyd, el hombre de raza negra muerto hace una semana en Mineápolis (Minesota, EE.UU.) a manos de un policÃa blanco, si bien ha incidido en que «la violencia de las últimas horas» en referencia a las revueltas, saqueos, asaltos e incendios provocados en varias ciudades del paÃs «es autodestructiva». «Nada se gana con violencia», ha apostillado.
«Hoy me uno a la Iglesia de San Pablo y Minneapolis, y a todos los Estados Unidos, para rezar por el eterno descanso del alma de George Floyd y de todos los demás que han perdido sus vidas por el pecado del racismo», ha dicho el PontÃfice durante la audiencia general de este miércoles que ha presidido en el estudio de la Biblioteca privada del Palacio Apostólico, sin fieles y guardando las distancias de seguridad con los sacerdotes que traducen la catequesis.
Además ha añadido: «No se puede tolerar ni cerrar los ojos ante cualquier tipo de racismo pero la violencia de las últimas horas es autodestructiva. Nada se gana con la violencia y tanto se pierde».
Además de mostrar su preocupación por los sucesos de los últimos dÃas en Estados Unidos, el Papa ha continuado con su ciclo de catequesis sobre la oración. AsÃ, ha señalado que el Patriarca Abraham «está presente en las grandes tradiciones espirituales judÃas, cristianas e islámicas» que lo prefiguran «como el hombre perfecto de Dios, capaz de someterse a Él, incluso cuando su voluntad es difÃcil, si no incomprensible».
El Papa ha invitado a los fieles a hablar con Dios como lo hace «un hijo con su padre». Por ello, ha lanzado una pregunta a los fieles: «¿Tratamos a Dios como «mi Dios», el de mi historia personal, el que guÃa mis pasos, el que no abandona, el Dios de mis dÃas, mi compañero de aventuras?».
Finalmente ha concluido: «Diré una cosa que parece una herejÃa. La gente me dice que se ha enfadado con Dios. ¿Has tenido la valentÃa de enfadarte con Dios? SÃ. Pues ésta es una forma de oración. Sólo un hijo es capaz de enfadarse con su papá y, después, reencontrarlo».