Los delirios de Nicolás Maduro por lavar su imagen internacional avanzan a pasos agigantados, sobre todo en Europa. Este miércoles se oficializó la designación de su embajadora, Coromoto Godoy, con la entrega de la carta credenciale ante el Rey Felipe VI en el Palacio Real, que es el documento que acredita a un embajador extranjero como representante y máxima autoridad diplomática de otro país en España.
Godoy Berti se instaló en España desde noviembre de 2022 y fue reconocida como la representante diplomática del chavismo en diciembre, en reciprocidad al reconocimiento del embajador español en Venezuela, Ramón Santos. El acto fue una ceremonia organizada por el protocolo del Estado y que ejecuta el Ministerio de Asuntos Exteriores junto a la Casa Real. En el acto, el Rey Felipe VI recibió las carts credenciales de los nuevos embajadores de Nicaragua, Emiratos Árabes, Gambia, Nueva Zelanda y Kazajstán.
Este acto es la ratificación formal de la instalación en España de una representante del régimen de Nicolás Maduro en el país, a pesar de que el Gobierno de Pedro Sánchez no reconoce al mandatario venezolano como el presidente del país suramericano. La última vez un embajador venezolano fue reconocido oficialmente por el jefe del Estado fue hace nueve años, pues a partir de allí las relaciones entre España y Venezuela se han mantenido en una permanente tensión, debido a los delirios del dictador venezolano de insistir en el tema del colonialismo español.
De hecho, todavía el año pasado Nicolás Maduro insistía en atacar al Rey Felipe VI, después de haber armado un show para anunciar que había designado una comisión de historiadores para que esclareciera «los crímenes» cometidos por los españoles durante la Colonia, en el siglo XVI y para aquel momento decía que hasta tenía intenciones de solicitar una indemnización económica por los hechos ocurridos hace más de 500 años.
«El Rey de España avala, con sus declaraciones en Puerto Rico, el genocidio, los crímenes, la violación y el asesinato de millones de hombres y mujeres aquí en tierras de América, durante la etapa de la Conquista. Es lamentable que el Rey de España, en pleno siglo XXI avale el genocidio, avale el crimen. Lamentable», decía Maduro en una transmisión televisiva en la que hizo referencia al discurso que Felipe VI pronunció en el marco de la celebración e los 500 años de la fundación de San Juan, en Puerto Rico, a principios del año pasado.
Sin embargo, ya desde finales del 2022 la agenda diplomática del régimen venezolano ha comenzado a dar un giro, para intentar lavar la imagen de Nicolás Maduro, quien en el ámbito internacional fue desconocido por al menos 52 países, entre ellos España, después de un proceso electoral que fue calificado de fraudulento por la comunidad internacional, y que derivó en la designación del exdiputado Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
La estrategia del régimen venezolano es comenzar a recuperar la imagen y hacer énfasis en la petición de que sean levantadas las sanciones que en la Unión Europea hay contra un grupo de funcionarios de la cúpula chavista, entre quienes está la vicepresidenta de ese país, Delcy Rodríguez, quien en 2020 intentó ingresar a España y desato un escándalo que culminó con la salida del entonces ministro de Transporte, José Luis Ábalos y genero más tensión entre La Moncloa y el régimen de Venezuela.
En el caso de España, Nicolás Maduro escogió a Coromoto Godoy por la cercana «amistad» que tiene con la diplomática, que le ha servido de apoyo en otras misiones diplomáticas, como en la India y en Trinidad y Tobago, donde propició la expulsión de un grupo de migrantes venezolanos que llegaron a la isla huyendo de la dictadura venezolana.
Godoy se instaló en Madrid desde el 15 e noviembre de 2022 y fue reconocida como embajadora de Venezuela a finales de diciembre, pero no fue sino hasta este miércoles 17 de mayo que pudo entregar las cartas credenciales que la acreditan como la máxima representante diplomática de Venezuela en España. Hasta ahora, el único acercamiento público de la embajadora con la comunidad venezolana en España fue en la sede del consulado en Madrid, donde asistió un sábado a una jornada especial de entrega de pasaportes organizada por la sede consular, tras la llegada de una valija diplomática con un cargamento de documentos e identidad.