La DirecciĆ³n General de TrĆ”fico ha congelado sus planes. En octubre informĆ³ de que su director, Pere Navarro, tenĆa intenciĆ³n de llevar adelante una normativa por la cual se legalizarĆan los intercomunicadores de moto, que actualmente se encuentran en un espacio alegal. Se iban a aprobar esta primavera de 2020, pero la pandemia parece haber cambiado los planes de Navarro, quien ha suspendido gran parte de sus proyectos. Ahora, los intercomunicadores seguirĆ”n en un espacio alegal a pesar de que el propio director de la DGT reconociĆ³ de que tenĆa intenciĆ³n de legalizarlos, puesto que aĆŗn no hay nadie que estĆ© en contra de regularizar estos dispositivos que permiten hablar por telĆ©fono a travĆ©s del casco.
āEs verdad que la situaciĆ³n actual es complejaā, reconociĆ³ entonces Javier Villalba, jefe de la unidad de normativa de DGT. āActualmente, los intercomunicadores estĆ”nĀ en una zona mĆ”s cercana a la ilegalidad que a la legalidadā, reconociĆ³. āPero estĆ” previsto legalizarlos en unos mesesā, concluyĆ³ en octubre. La DGT preveĆa zanjar la polĆ©mica que orbita en torno a estos dispositivos cuanto antes porque āno hay nadie que estĆ© en contraā. Sin embargo, la DirecciĆ³n General de TrĆ”fico se ha echado atrĆ”s como consecuencia del momento excepcional que vive el paĆs y se han retrasado los planes de Navarro, que pasaban por legalizar unos dispositivos que estĆ”n disponibles en todas las tiendas.
SegĆŗn explicaba Villalba,Ā TrĆ”fico ya quiso en 2014 reconocer los intercomunicadores de moto en el reglamento. Pero su legalizaciĆ³n formaba parte de un paquete de medidas y reformas viales que se vio interrumpido por la convocatoria electoral. Ahora, la intenciĆ³n del director de la DGT,Ā Pere Navarro, es normalizar el uso de estos aparatos disponibles en todas las tiendas de motos tan pronto como le sea posible. Y las estimaciones de TrĆ”fico que buscaban legalizar estos aparatos esta primavera se han ido al traste por la pandemia. Pero ahora que se vuelve a retomar la normalidad, se espera que pronto se tomen medidas.
Los moteros acogieron esta noticia con alivio, sin embargo, el hecho de que se retrase la legalizaciĆ³n de un dispositivo accesible para todos y que incluso los jueces hayan reconocido en algunos recursos que no hay motivos para multar por usarlos, lleva a algunos a no explicarse por quĆ© tardan tanto en regularizarlos.
Algunos pilotos consideran que los intercomunicadores son altavoces, no cascos ni auriculares que te aislan del ruido exterior. Otros apuntan a que,Ā puesto que se examinaron con uno para obtener el carnet de motocicleta, no entienden por quĆ© se consideran ilegales. Otros han seƱalado que el uso de estos dispositivos solo deberĆa ser considerado ilegal por la Guardia Civil siempre que se estĆ© utilizando (algo que los agentes no pueden saber).
Desde las tiendas de accesorios de motocicleta tambiĆ©n siguen en un limbo. Venden estos dispositivos y tienen que advertir a sus clientes de que estĆ”n en un espacio alegal, complicado de interpretar. SegĆŗn la actitud del agente de TrĆ”fico, te pueden imponer una sanciĆ³n o no. Y si recurres, mĆ”s de lo mismo. Si el juez considera que se ha cometido un delito, la multa seguirĆ” adelante. Y si considera que no hay soporte legal para imponer dicha sanciĆ³n, perderĆ” vigencia.
Respecto a las denuncias, la DGT entiende queĀ es competencia del agente que vea la presunta infracciĆ³n. Pero hacen hincapiĆ© en que en el registro de denuncias de trĆ”fico, apenas se ven las sanciones por el uso de intercomunicadores de moto. Los aparatosĀ funcionan vĆaĀ bluetoothĀ y se conectan directamente con el telĆ©fono mĆ³vil, lo que permite al piloto escuchar mĆŗsica, la radio o mantener conversaciones, algo que muchos policĆas consideran un riesgo para la seguridad vial. En el vĆdeo, el agente de trĆ”fico le comunica al sancionado que la razĆ³n por la que le ha parado es porque āel bluetooth estĆ” prohibidoā. A lo que muchosĀ moterosĀ han contestado que cĆ³mo podĆa saber el agente que estaba utilizando el dispositivo.