Nuevas mediciones: Huelva supera por seis la radiaciĆ³n recomendada

  • Los fosfoyesos negros emiten, en algunas zonas, hasta seis veces mĆ”s radiaciĆ³n que la recomendada por el CSN.
  • Estos residuos son la mezcla de fosfoyesos convencionales con Ć”cidos arsenicales y mercurio.
  • Las nuevas mediciones confirman que la radiactividad ha estado presente durante dĆ©cadas a pocos kilĆ³metros de Huelva.
  • Las nuevas mediciones lo acreditan. Los fosfoyesos de Huelva presentan una radiaciĆ³n seis veces superior a la recomendada por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Estos datos, recogidos por miembros de la agrupaciĆ³n ciudadana Mesa de la RĆ­a y por una empresa contratada por la compaƱƭa responsable, en parte, de dicha contaminaciĆ³n, son tan alarmantes como antiguos. Ya que los fosfoyesos negros, causa de la radiaciĆ³n, han estado presentes en el vertedero durante dĆ©cadas.

    Mesa de la Rƭa se ha manchado las botas de nuevo. Este grupo de ciudadanos concienciados con la salud ambiental de su ciudad ha vuelto a ese desierto blanco repleto de elementos perjudiciales para la salud. Entre ellos, los fosfoyesos negros, la suma de ese material con otros contaminantes como los Ɣcidos arsenicales o el mercurio. Y los resultados obtenidos son preocupantes.

    El CSN lo tiene claro. No se puede superar 1 miliSievert (mSv)/aƱo, una de las medidas que rigen la contaminaciĆ³n radiactiva. Y los fosfoyesos llegan hasta los 6 mSv anuales, segĆŗn los datos registrados por Lainsa (la empresa contratada por la agroquĆ­mica Fertiberia para comprobar el estado de las balsas). De hecho, el propio Consejo de Seguridad Nuclear es consciente de esta realidad. Ya que ha publicado un mapa que detallaba las zonas con riesgo radiactivo de EspaƱa en el que aparecĆ­an dos zonas especĆ­ficas en las Marismas del Tinto, en las balsas de fosfoyesos.

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    Fertiberia obtuvo hace dĆ©cadas una concesiĆ³n para verter fosfoyesos sobre las marismas de Huelva. Pero lo ha hecho de forma ilegal durante todo este tiempo. Tanto es asĆ­, que la concesiĆ³n contempla que solo se podĆ­an depositar residuos hasta una altura de 2,5 metros y hay montaƱas de hasta 30. Pero los fosfoyesos en sĆ­ no son nocivos para la salud. Pero sĆ­ cuando se mezclan con Ć”cidos arsenicales y mercuriales. Algo que ha ocurrido durante nueve aƱos.

    El Doctor en Geologia, y miembro de Mesa de la RĆ­a, JosĆ© Manuel CantĆ³ ha seguido esta problemĆ”tica durante aƱos. Explica que la empresa de fertilizantes Fertiberia ha aƱadido casi dos millones de toneladas de esos Ć”cidos a los fosfoyesos durante nueve aƱos (entre 1988 y 1997), a razĆ³n de 225.000 metros cĆŗbicos por aƱo. La reacciĆ³n quĆ­mica hizo el resto. Y de ahĆ­ nacieron los fosfoyesos negros causantes de tanta radiactividad.

    Las balsas tienenĀ 100 millones de toneladas de residuos y otros 20 millones de otros diferentes. Y Fertiberia estĆ” condenada en firme por haber incumplido los tĆ©rminos de dicha concesiĆ³n. Ahora debe presentar un plan para recuperar Ć­ntegramente todas las marismas que, a su vez, debe ser aprobado por el Ministerio de Medio Ambiente. Pero el modelo de actuaciĆ³n que ha presentado la agroquĆ­mica no ha logrado convencer a la mayorĆ­a de los colectivos, ya que consiste en echar tierra por encima del material radiactivo.

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    Para CantĆ³, los fosfoyesos negros no estĆ”n ni bien identificados ni controlados como deberĆ­a. Hay zonas de las balsas que presentan unos niveles muy elevados de radiactividad. AdemĆ”s, considera que tanto la Junta de AndalucĆ­a como el Ayuntamiento onubense no ha actuado de oficio, como deberĆ­a, para abordar este problema. Y tambiĆ©n seƱala que el lobby de las agroquĆ­micas (la AsociaciĆ³n de Industrias QuĆ­micas, BĆ”sicas y EnergĆ©ticas ā€“AIQBE-) ha presionado a todas las administraciones en beneficio de sus intereses.Ā 

    El promedio de valores de los isotopos radiactivos para el Uranio y el Radio 226, es quince veces superior en algunas zonas (la tres y la cuatro) que en los fosfoyesos convencionales. En el caso del Plomo 210, lo supera en veinte veces, y en el Torio 232 estĆ” en treinta veces por encima, segĆŗn asegura el doctor en GeologĆ­a. Todos estos valores descritos han sido medidos, identificados y definidos por LAINSA, empresa contratada por Fertiberia, y comprobados in situ por miembros de Mesa de la Ria.

    fosfoyesos
    Los fosfoyesos y la ciudad de Huelva. Foto: JosĆ© Manuel CantĆ³.

    Pero en las balsas tambiĆ©n hay material radiactivo por el vertido de otra sustancia: el Cesio 137. Una sustancia que se depositĆ³ en los fosfoyesos con la ayuda de la Junta de AndalucĆ­a. Concretamente, de la mano de Egmasa, una empresa autonĆ³mica que se encargaba de gestionar residuos y que vertiĆ³ gran cantidad de materiales contaminantes en las balsas. Y que tampoco ha sido tratada.

    Todo esto deja a pocos kilĆ³metros de un nĆŗcleo urbano de 150.000 habitantes Ā«un reactor quĆ­micoĀ» completamente perjudicial para la salud, segĆŗn afirma CantĆ³. Y aunque Fertiberia tiene el deber judicial de recuperar las marismas, los tiempos se estĆ”n prolongando. Tanto, que aĆŗn el Ministerio de Medio Ambiente no ha respondido a la propuesta de la agroquĆ­mica.