El ministro de Universidades, Manuel Castells, ha atribuido este jueves a un malentendido la polémica generada con la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue) sobre la celebración presencial de los exámenes universitarios en el contexto actual de pandemia.
Tal y como ha comenzado explicando el ministro en la ComisiĂłn de Ciencia, InnovaciĂłn y Universidades del Congreso, la «alarma» se generĂł el pasado 8 de enero, dĂa en que «distintos estudiantes» y «organizaciones estudiantiles» se pusieron en contacto con Ă©l para comentarle que no veĂan que se estuviesen cumpliendo las medidas de seguridad en los campus en la celebraciĂłn de los exámenes.
Ante esto, Castells se reuniĂł el dĂa 11 de enero con el Consejo de Estudiantes Universitarios del Estado (CEUNE) y la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades PĂşblicas (CREUP). «Me pidieron que hiciera algo porque ellos no consiguieron que les respondieran a sus preocupaciones; llamĂ© a la Crue y me dijeron que estaba controlado, que no habĂa problema», señala.
Entonces, continúa el ministro, se generó «una alarma social repercutida por medios de comunicación», en los que pudieron verse «imágenes complicadas del acceso a las aulas de los exámenes», asà como «una disparidad de criterios entre un sector de los estudiantes y un sector de las universidades, en el que el ministerio no tomó parte» e incluso a veces «enfrentamientos desagradables en algunas ciudades».
Más tarde, el 27 de enero, el Ministerio enviĂł un comunicado a los medios en el que pedĂa a las universidades que celebrasen los exámenes de manera online si no se podĂa garantizar el cumplimiento de las medidas sanitarias. «PedĂ que, ante la disparidad de criterios, los rectores y decanos y los estudiantes hablaran y consensuaran formas que no llegaran a amplificar el conflicto y la alarma social», resume el ministro el contenido de ese comunicado.
Ese mismo dĂa, a Ăşltima hora de la tarde, la Crue reafirmĂł su postura de que los exámenes se celebrarĂan de manera presencial, acusando al ministro de hacerse eco de «situaciones puntuales».
AsĂ pues, tal y como prosigue Castells, se generĂł «nerviosismo», pero defiende que no entrĂł a responder a la polĂ©mica: «Mi polĂtica es hacer las cosas lo mejor posible, nunca entrar en diálogos agresivos estĂ©riles, y la gente se pone muy nerviosa, y eso hay que bajarlo, las cosas hay que tranquilizarlas».
Sin embargo, al dĂa siguiente, el 28 de enero, el ministro, en rueda de prensa, afirmĂł que no iba a «entrar en polĂ©micas de ningĂşn tipo» y que le parecĂa «poco digno» que en aquellos momentos se siguiesen «debates con trasfondo polĂtico o incluso personal».
«El dĂa 1 de febrero nos reunimos con la Crue y estuvimos de acuerdo unánime en que habĂa habido malos entendidos (sic), que no habĂa que quedarse en eso, que habĂa que superar los malos entendidos (sic) y partir de la buena voluntad de todo el mundo de hacer lo que podĂamos hacer en una situaciĂłn compleja y con tensiones; ÂżQuiĂ©n tiene razĂłn? Ninguno tiene la razĂłn y nadie es responsable de nada; ha habido malentendidos y esto se supera y punto», ha terminado asĂ el ministro sus explicaciones sobre lo que Ă©l ha denominado una «crĂłnica de un desencuentro poco afortunado».