El presidente del Parlamento europeo, David Sassoli, ha levantado este mismo jueves la prohibición de entrada a la institución que impuso contra el expresidente de Cataluña Carles Puigdemont y el exconseller Toni Comín cuando se reactivó la euroorden contra ellos en octubre, después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea haya dictado que el líder de ERC, Oriol Junqueras, debió ser reconocido como eurodiputado desde que se proclamaron los resultados de las europeas de mayo y gozar desde ese momento de inmunidad.
La decisión de Sassoli les ha sido comunicada a Puigdemont y Comín en la tarde de este jueves y pueden desde entonces acceder «como visitantes» a los edificios de la Eurocámara, según han informado fuentes parlamentarias a Europa Press.
Los políticos independentistas han expresado su deseo de cumplir los trámites necesarios para ser acreditados como eurodiputados cuanto antes, pero no han aclarado si lo harán de inmediato acudiendo a la sede de la Eurocámara en Bruselas o esperarán a que les convoque la institución.
Sassoli anunció en sesión plenaria este jueves que había solicitado a los servicios de la Eurocámara un análisis detallado de la sentencia del TUE favorable a Junqueras para aclarar el modo en que debe ser trasladada a la composición del Parlamento europeo.
El fallo sobre Junqueras no se refiere expresamente a la situación de los dos políticos independentistas huidos en Bélgica pero sí defiende que un eurodiputado debe ser reconocido como tal desde el momento en que se proclaman oficialmente los resultados, en el caso de España en la lista del 13 de junio de 2019 en la que además del líder de ERC figuraban también Puigdemont y Comín.
El jefe de la Eurocámara reactivó el veto de entrada el pasado octubre cuando el Tribunal Supremo volvió a emitir una orden de detención y entrega europea contra los dos políticos independentistas huidos en Bélgica.
Esta medida la tomó por primera vez el anterior presidente del Parlamento, Antonio Tajani, cuando se cursó la primera euroorden y su sucesor se limitó a reactivar la prohibición con los mismo argumentos.
Las normas sobre privilegios e inmunidades de las instituciones europeas establecen que el Parlamento Europeo es un lugar «inviolable» al que la Policía belga no podría acceder libremente si fuera necesario, si no es con la autorización previa del presidente de la institución.