Si alguien se pensaba que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se iba a quedar de brazos cruzados ante la pugna que mantienen el Gobierno central y el autonómico, se equivocaba. La presidenta popular ha recurrido ante el Tribunal Supremo la decisión que tomó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de impedir a la Comunidad de Madrid pasar a la fase 1. Según Ayuso, la razón por la que Sánchez no quiso conceder ese pase a la autonomía de la capital no responde a «criterios técnicos», en comparación con cómo lo han hecho con otras comunidades autónomas . Y ahora, todo parece indicar que Madrid podrá pasar a la fase 1 este próximo lunes 25 de mayo, pero, esta vez, con la sombra del Supremo planeando sobre Sánchez.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, se ha reunido telemáticamente este jueves por la tarde con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y su equipo, para evaluar el pase de Madrid a la Fase 1. Tras la denuncia al Supremo, parece que los ánimos se han calmado, aunque no tiene por qué ser causa-efecto. La reunión transcurrió bien, de forma cordial, lejos de lo acontecido en fechas anteriores. El Ministerio de Sanidad ha reconocido las capacidades de la Comunidad de Madrid y especialmente su sistema de detección precoz de casos sospechosos, según cuentan fuentes de la Comunidad de Madrid. Por lo que Madrid pasará previsiblemente a la fase 1 el próximo lunes.
La presidenta autonómica está en pie de guerra. Algunos dentro del partido aplauden que Ayuso no se haya amilanado, pero hay quien piensa que ha llevado esto demasiado lejos. Fuentes del partido aseguran a MONCLOA.COM que la decisión de Sánchez es puramente política y que desde la administración no tienen constancia de que exista ningún informe que motivara que la Comunidad de Madrid no pudiera pasar a la fase 1 la primera vez que lo intentó. De hecho, si se hiciera una comparativa entre las estadísticas objetivas a nivel sanitario de Madrid y otras comunidades de España, queda claro que los criterios que han motivado a Sánchez son exclusivamente políticos.
Es importante matizar que lo que ha recurrido la Comunidad de Madrid no es la negativa de que la autonomía pudiera pasar a la fase 1. Lo que destacan los de Díaz Ayuso es que los supuestos informes dejan claro que no se ha seguido un criterio homogéneo. En regiones como el País Vasco, por ejemplo, se ha abierto más la mano por, según aclaran fuentes de la Comunidad, criterios políticos y en la capital el enfrentamiento y la hostilidad entre Ayuso y el presidente del Gobierno han marcado el hecho de que Madrid a día de hoy siga en la fase 0.
Tal es el desprecio, que Sánchez ni siquiera se ha dignado a contestar a las preguntas realizadas por Ayuso en las conferencias de presidentes. “¿Quién decide, qué equipo, qué técnicos, que Madrid no pase de fase 0? ¿Por qué la semana pasada no hubo informe del Ministerio y ayer sí? ¿Dónde puedo ver los informes de las demás comunidades autónomas para comprobar que se exigen los mismos requisitos? ¿Por qué nuestro informe lo conoció un medio de comunicación antes que la Consejería de Sanidad? ¿Por qué está dando una imagen de la Sanidad de Madrid tan injusta, como si fuera tercermundista?”. Estas son algunas de las preguntas que Díaz Ayuso ha planteado al presidente del Gobierno, pero éste se ha negado a contestar.
El escándalo es tal que incluso algunos desde la autonomía lo tachan de desprecio absoluto. No solo se ha negado a contestar durante la conferencia de presidentes por qué se negó a dar el paso a la fase 1, sino que además, mientras Isabel Díaz Ayuso preguntaba, el presidente del Gobierno estaba atento a otras cosas.
Con este movimiento, el PP utiliza de nuevo la estrategia que ha empleado con el procés, la de implicar a la Justicia en los asuntos políticos. Ya se dejó claro que no había transparencia con los informes. Según el Gobierno central, la Comunidad de Madrid había desmantelado la Sanidad pública de la autonomía hasta tal punto que la atención primaria tenía claras carencias que todavía se dejan notar. Al mismo tiempo, desde el Ministerio de Sanidad que dirige Salvador Illa, han dejado claro que tienen que mejorar en la comunidad autónoma los equipos de rastreo; para que en caso de que alguien de positivo por coronavirus, se pueda controlar a todo aquel que ha tenido contacto con el infectado. Si todo esto ha mejorado, cosa que no parecen haber tocado desde la autonomía, la Comunidad pasará. Y si no, el conflicto político se recrudecerá.
