Carmena y sus favores a Vecinos de Malasaña: así les «regaló» un edificio municipal

  • Vecinos de Malasaña presentó mal su solicitud, como otras asociaciones, pero solo ellos tuvieron diez días para corregirlo.
  • Ahora el Ayuntamiento quiere echar a la asociación del edificio, pero estos se niegan a salir a pesar de las presuntas irregularidades.
  • La concesión se "aceleró" y se hizo a dos meses antes de las elecciones municipales.
  • La exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena parece haber dado un trato muy favorable a según qué agrupaciones. Una de ellas es la Asociación de Vecinos Malasaña, Universidad y Centro, que ahora gestiona en medio de litigios un edificio público situado en el Distrito Centro llamado la Casa del Cura. Lo curioso de que esta asociación gestione este inmueble de cuatro plantas en pleno centro de Madrid no es tanto el hecho de que lo haga, sino cómo consiguió la concesión y en qué momento concreto. Hay una retahíla de presuntas irregularidades en torno a este proceso, pues Vecinos Malasaña tuvo privilegios a la hora de competir por la concesión con otras asociaciones a dos meses de las elecciones municipales; un momento en el que Carmena necesitaba más que nunca que este grupo activista hiciera campaña por ella.

    Las razones son muy técnicas, pero dejan claro que la Asociación de Vecinos Malasaña, Universidad y Centro tuvo unos privilegios notables a la hora de acceder a la concesión. Llama la atención que este grupo conformado por 37 asociaciones (de las cuales 26 ni siquiera están dadas de alta de forma legal, según detallan las fuentes) se presentara a la concesión sin estar inscrito en el Censo Municipal de Entidades y Colectivos Ciudadanos. Pero en cualquier caso, y al igual que hicieron otras asociaciones, como Diáspora Ucraniana, puede ser un fallo comprensible que la administración comprende; por eso deja hasta diez días para solventar los errores de forma que se pueden haber presentado. Lo curioso es que Carmena dio ese plazo de diez días para corregir fallos a sus amigos de Malasaña, pero no a los ucranianos. Algo que ha llamado la atención de más de uno en el Consistorio.

    Al final, Vecinos Malasaña corrigió sus errores y en vez de presentarse como espacio municipal autogestionado por varios grupos lo hizo como una única entidad ciudadana (que sí estaba registrada en el Ayuntamiento de Madrid). Lamentablemente, los ucranianos no tuvieron esa opción, razón por la que apelaron sin éxito.

    Pero siguiendo con el relato, y con esos esfuerzos por parte de Carmena para facilitar la concesión a los Vecinos de Malasaña, tras esta prórroga llegaron más presuntas irregularidades. Otro detalle que llama la atención es la puntuación tan buena que obtuvo el proyecto «Haciendo Barrio», que presentó la asociación primero como espacio municipal autogestionado por varios colectivos y luego como entidad municipal. Obviaremos, como hizo el Ayuntamiento de Carmena, que la normativa exige que no se puede presentar el mismo proyecto dos veces, tal y como sí hicieron desde Malasaña (ya que cuando les descartaron una primera vez, debieron rehacer el proyecto al presentarse de nuevo como entidad individual), pero no tanto que las puntuaciones que recibieron quienes ahora gestionan la Casa del Cura fueran tan dispares comparadas con otras asociaciones, además de que les valoraron como si se tratara de una conformación de asociaciones.

    Es curioso que el examinador del Ayuntamiento de Carmena optara por darle en algunos puntos del proyecto un 4,86 sobre 5 de nota mientras que otros ofreciendo lo mismo recibieran un 2,79. La realidad de estas notas es simple: el Consistorio valoraba inexplicablemente a Vecinos Malasaña como si fuera un espacio autogestionado por varios grupos, aunque no lo era. De ahí la diferencia de notas. De hecho, a lo largo de la legislatura (los pocos meses que restaron) el grupo Más Madrid no dejó de referirse a quienes gestionaban la Casa del Cura como un espacio gestionado por una conformación de colectivos, pero los lazos del partido con Vecinos Malasaña pueden explicar esta situación. Especialmente por un vocal vecino llamado Javier Lapuerta, cuyo trabajo entre el partido y la asociación fue brillante (para Vecinos Malasaña) pues, según ha podido comprobar este medio, pidió información concreta desde Más Madrid para filtrársela al abogado que defiende a la asociación de las intenciones del actual Ayuntamiento, que quiere echarles y formar un espacio social.

    LA FECHA OPORTUNA

    Lo más curioso es que esta concesión se hiciera con prisas. Decimos con prisas porque el edificio no estaba ni mucho menos listo para la función que debía tener, requería de obras importantes, pero Carmena aceleró el proceso y lo entregó a Vecinos Malasaña un 28 de marzo de 2019, a dos meses de las elecciones. Los lazos entre esta asociación y Más Madrid son notables y tener contenta a una asociación de este calibre no venía tan mal justo antes de las elecciones municipales. Carteles, actos, activismo y mucho movimiento en las calles a dos meses de las elecciones que Carmena no se esperaba perder.

    Este último dato es clave para entender por qué la administración cometió estas presuntas irregularidades. Las encuestas apuntaban a que Carmena permanecería en el poder y que las cuentas les darían de todas todas. Sin embargo, el actual alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, dio un giro a lo esperado y consiguió llegar al poder. Según el PP vio esta situación de la Casa del Cura, ha intentado cambiarla, aunque de momento y como medida cautelar Vecinos Malasaña se pueden quedar donde están gracias, entre otras cosas, a que cambiaron la cerradura para que no les expulsaran. Sin embargo, los documentos parecen apoyar la tesis del Ayuntamiento, aunque todo está por ver. Por el momento, Vecinos Malasaña seguirá recibiendo subvenciones públicas por estar donde están y realizando actos (que apenas se ven) para justificarlas.