En pleno mes de agosto, y con una ola de calor tras otra, está claro que todos los privilegiados que disponen de aire acondicionado en sus hogares estarán haciendo uso de el a diario. Si bien la sensación de bienestar que proporciona, al bajar al menos unos grados la temperatura de los hogares, debemos tener cuidado con su uso, pues hay evidencias de que también pueden causar graves perjuicios. Se recomienda pues, no abusar de estos aparatos y mantener unas pautas de uso, que no los convierta en un arma de doble filo.
Catarros
Como decimos, el aire acondicionado puede ser un privilegio con el que refrescarse en los días en los que el calor aprieta excesivamente, pero su mal uso se puede convertir en una trampa. La temperatura demasiado fría y seca que nos proporciona el aire y que tan felices nos hace, suele desembocar en catarros. El aire acondicionado reduce la humedad del ambiente y causa sequedad de la mucosa nasal, causando molestias e irritación. De hecho, el 20% de los catarros veraniegos tiene como causa el aire acondicionado. Para evitarlo, trata no estar debajo del foco del aire y procura mantenerte hidratado bebiendo bastante agua.
