ERC y PSC aprietan a Sánchez, para ser investido tendrá que reconocer la «nación» catalana

  • El 94,6% de los militantes de ERC han apoyado de forma masiva votar "no" a Sánchez si no cede en la mesa de negociación.
  • El PSC ha recordado sus pretensiones de que se reconozca a Cataluña como una nación en un Estado plurinacional.
  • Si Sánchez quiere ser investido, tendrá que ceder ante los independentistas que exigen una mesa entre iguales.
  • Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) tiene el respaldo de sus bases para rechazar la investidura de Pedro Sánchez si el presidente no pone en marcha una mesa de diálogo; siempre que sea entre iguales. El 94,6% de los militantes de ERC han apoyado de forma masiva la estrategia de la formación independentista (con un 70% de participación). A esto hay que sumarle la presión interna que ejerce el PSC después de que volviera a recordar a Sánchez que los socialistas catalanes quieren que el Estado reconozca a Cataluña como una «nación». Este jueves el PSOE ha accedido a iniciar las conversaciones para ver cómo desarrollar esa mesa de negociación.

    Si Sánchez quiere la presidencia del Gobierno, tendrá que ceder (y mucho) ante los independentistas catalanes. ERC tiene el respaldo de sus votantes para decir «no» al líder socialista su éste se niega a poner en marcha una mesa de negociación que equipare como iguales al Estado español y a la Generalitat de Cataluña. Por no hablar de la figura del relator. El ala más moderada del PSOE no quiere ceder en este asunto. Y la vieja guardia socialista menos. Pero muchos dentro del partido (además de sus socios de Gobierno) plantean la posibilidad de seguir.

    «Si el PSOE quiere algo tendrá que mover ficha», ha destacado este lunes la portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya Marta Vilalta. Los mensajes de ERC tras la votación de sus bases han sido aún más duros con Sánchez. «Pedro Sánchez se tiene que mover. Si no, nos mantendremos en el no a la investidura que la militancia ha expresado de manera fuerte y clara», ha insistido Vilalta. «Tiene que escoger entre mesa de negociación o una investidura fallida. La decisión está en su tejado», ha asegurado la portavoz. 

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    El problema que flota por la sede de Ferraz no es solo la investidura. Desde el PSOE son partidarios del diálogo. El asunto que mantiene en vilo a los socialistas es cómo aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Para ellos necesitaría los mismos apoyos que para la investidura. Solo que con esto los independentistas prolongarían más sus exigencias. Tanto, que podrían condicionar una legislatura hasta el punto de desgastar la imagen del PSOE respecto a sus votantes más moderados. 

    A todo esto hay que añadir la presión que ejerce el PSC hacia Sánchez. Los de Miquel Iceta (secretario general del PSC) celebrarán el próximo 12 diciembre en Barcelona su 14º congreso. Y en él pretenden recuperar un discurso político que sitúe a los socialistas catalanes en la centralidad política. Pero la centralidad catalana. Es decir, entre los independentistas y los partidarios de permanecer en España. Es por esto que desde el PSC se han recuperado mensajes que reivindican la nacionalidad catalana. «Es hora de que las lenguas, la escuela, la Diada y la senyera vuelvan a ser de todos», dice un documento del partido.

    «El PSC tiene más de 40 años de historia y siempre ha defendido que Cataluña es una nación», ha destacado el secretario de Organización del partido, Salvador Illa. El mensaje del PSC es sencillo. Quieren que se reconozca que Cataluña es una nación dentro de un Estado plurinacional, que es el de España. Todos estos mensajes han caído en la Ejecutiva de Sánchez como un jarro de agua fría, pues le recuerda que para ser investido tendrá que ceder ante las demandas independentistas. 

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    La relación entre el PSOE y el PSC siempre ha sido diferente a la de la ejecutiva del partido con otras delegaciones territoriales. Los socialistas catalanes siempre han tenido un fuerte carácter nacionalista. O al menos unas pretensiones de conseguir más autogobierno. Algo que nunca han abandonado y que ahora vuelve a estar en la centralidad política, ya que depende de ello que se desbloquee la situación política.

    Desde el Partido Socialista se plantean ceder. Pero no quieren que esa mea de negociación se lea como una derrota política por parte del resto de España (aunque la oposición se esforzará en hacerlo). Fuentes del partido aseguran que Sánchez está dispuesto a ceder. Lo único que quiere cuidar son las formas. El cómo se creará esa mesa para que no parezca que el Estado ha reconocido a la Generalitat como un igual. 

    Desde Unidas Podemos lo tienen más claro. Incluso parte del partido coquetea con el nacionalismo catalán menos beligerante. Pablo Iglesias y los suyos son partidarios de celebrar un referéndum para atajar el problema de Cataluña. Pero para llegar al acuerdo con Sánchez, Iglesias prometió no entrometerse en el desafío independentista. Y de momento lo está haciendo.