¿Es segura la vuelta al cole? La comunidad educativa, en armas

Los rebrotes siguen surgiendo como setas. En el horizonte, la temida y necesaria vuelta de los niños a las aulas. Estos días en los que todos los centros deberían estar cerrados con los profesores de vacaciones después de cerrar actas y a la espera de la segunda quincena de agosto para comenzar a preparar el siguiente curso escolar, son un hervidero: todos esperan las ansiadas normativas y planes de contingencia para saber qué hacer en cada uno de los escenarios. ¿Es la vuelta al cole segura? Esto es lo que más teme la comunidad educativa, que se debate entre la necesidad para los niños de volver a las aulas y las dudas que les acarrean dichos planes.

Además, dado que Educación es una de las competencias transferidas a las Comunidades Autónomas, cada región contará con su propio plan de vuelta al cole, con sus medidas y sus escenarios. Si bien todos toman como punto de partida las recomendaciones del Ministerio, cada una se ha equipado de sus propias normas y actuará en diferentes escenarios.

LAS RECOMENDACIONES DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN PARA LA VUELTA AL COLE

El Ministerio de Educación , presidido por Isabel Celáa, ha remarcado que el inicio del curso escolar 2020-2021 será «absolutamente presencial«. Si bien en un primer momento se contempló la opción de que el curso fuera mixto, con formación presencial y online. Y es que el riesgo cero, según se está viviendo, no existe. Con todo, a pesar de ser eminentemente presencial, sobre todo en las educaciones obligatorias, contará no solo con fuertes medidas de precaución sino también con diferentes tipos de escenarios para seguir la posible evolución de la pandemia. ¿Estaremos preparados para la segunda ola? Ese es el run-run tanto de los profesores como de los padres, que ven que los escenarios contemplan la formación a distancia pero no así sus trabajos.

Así, el documento oficial incluye que para las etapas de Infantil y Primaria, se establezcan idealmente, grupos de 15 alumnos, siendo 20 el máximo autorizado por aula. Las aulas se convertirán en las zonas básicas de estancia de los niños, que socializarán lo menos posible con los niños de otras aulas y edades. El resto de etapas de la educación obligatoria, los centros tendrán que reorganizar sus espacios para conseguir una separación de al menos 1,5 metros entre cada una de las mesas. De ahí que muchos colegios e institutos se estén planteando utilizar gimnasio, comedores y bibliotecas como nuevas aulas ante la incapacidad de tener en las actuales a todos los estudiantes.

LAS MASCARILLAS

Por supuesto, las mascarillas en niños a partir de 6 años hasta 5º de primaria, serán obligatorias solo cuando los niños abandonen las burbujas de las aulas. A partir de 5º de primaria, son obligatorias en todo momento. Algunas Comunidades Autónomas ya han comenzado a dotar a los centros escolares de mascarillas y geles, que también serán imprescindibles para la nueva normalidad de la vuelta al cole. En algunas, incluso, se espera que algunas regiones cuenten en los centros con algún tipo de refuerzo médico para controlar posibles casos.

LOS CENTROS, A LA ESPERA DE NOTICIAS

A medida que se van conociendo los planes de contigencia de cada Comunidad Autónoma, los centros ven que no saben si van a contar con los refuerzos de profesores y enfermeros necesarios para cumplir con las medidas mínimas de seguridad. De ahí que la Comunidad Educativa haya anunciado ya en septiembre movilizaciones para reclamar que ya bastante faltos de personal están como para además tener que hacer más en menos tiempo. Y expuestos completamente. Se sienten como los sanitarios en marzo y abril: abandonados a su suerte.

LOS PADRES TEMEN LA VUELTA AL COLE

No solo los centros han mostrado el abandono que están sufriendo y las incertidumbres que se vierten sobre la vuelta al cole. Los padres, los directamente implicados, se encuentran temerosos de que la vuelta a las aulas se convierta en una auténtica bomba de relojería que nos deje en la misma situación de marzo. Lo úni o que piden es la mayor certeza de que el inicio del curso será lo más seguro posible para ellos y para las familias.

Porque muchos padres temen que ahora que la vida se torna completamente activa en la nueva normalidad, los casos en personas mayores y el agravamiento de los casos de la esperada segunda ola no se pueda controlar como se espera y acabe siendo otro mes de abril.