Un estudio estima que Wuhan tenía más de 12.000 casos cuando se cerró, frente a los 422 confirmados

Los pacientes con síntomas de gripe no diagnosticados que en realidad tenían COVID-19 el invierno pasado en varios puntos del mundo estaban entre los miles de casos no detectados de la enfermedad a principios de este año, según evidencia un nuevo artículo publicado en la revista ‘EClinicalMedicine’.

En esta investigación, investigadores epidemiológos de la Universidad de Texas en Austin (EEUU) han estimado que COVID-19 estaba mucho más extendido en Wuhan (China) y Seattle semanas antes de las medidas de confinamiento en cada ciudad.

Cuando el gobierno chino cerró Wuhan el 22 de enero, había 422 casos conocidos. Pero, extrapolando los datos de los frotis de garganta a través de la ciudad usando un nuevo modelo epidemiológico, estos investigadores encontraron que podría haber habido más de 12.000 casos sintomáticos no detectados de COVID-19.

En concrecto, apuntan que en EEUU alrededor de un tercio de los casos estimados sin diagnosticar se dieron en niños. Los investigadores también concluyeron que el primer caso de COVID-19 en Seattle puede haber llegado ya en Navidad o Año Nuevo.

El equipo de investigadores trabajó para extrapolar el alcance de la epidemia de COVID-19 en Wuhan y Seattle basándose en los frotis de garganta reexaminados tomados de pacientes que sufrían enfermedades similares a la influenza durante enero en Wuhan y durante finales de febrero y principios de marzo en Seattle. Cuando las muestras fueron analizadas más tarde en cada ciudad, la mayoría resultaron ser de gripe, pero algunas resultaron positivas para el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19.

«Incluso antes de que nos diéramos cuenta de que el COVID-19 se estaba propagando, los datos implican que había al menos un caso de COVID-19 por cada dos casos de gripe. Dado que sabíamos lo extendida que estaba la gripe en ese momento, podíamos determinar razonablemente la prevalencia de COVID-19», explica la líder del trabajo, Lauren Ancel Meyers.

Por otra parte, el 9 de marzo, la semana en que las escuelas de Seattle cerraron debido al virus, los investigadores estiman que más de 9.000 personas con síntomas parecidos a los de la gripe tenían COVID-19 y que alrededor de un tercio de ese total eran niños. Los datos no implican que las autoridades de salud estaban al tanto de estas infecciones, sino que pueden haber pasado desapercibidas durante las primeras e inciertas etapas de la pandemia.

«Dado que COVID-19 parece ser abrumadoramente leve en los niños, nuestro alto estimado de casos pediátricos sintomáticos en Seattle sugiere que puede haber habido miles de casos leves más en ese momento», argumenta otro de los autores, Zhanwei Du.

Según otros estudios, cerca de la mitad de los casos de COVID-19 son asintomáticos, lo que lleva a los investigadores a creer que puede haber habido miles de personas infectadas más en Wuhan y Seattle antes de que las respectivas medidas de cierre de cada ciudad entraran en vigor.

«Podemos volver atrás y reconstruir la historia de esta pandemia utilizando una combinación de técnicas de investigación y modelización. Esto nos ayuda a entender cómo la pandemia se extendió tan rápidamente por todo el mundo y proporciona una visión de lo que podemos ver en las próximas semanas y meses», reflexiona Meyers.