Iker Casillas rediseña su vida para olvidar a Rubiales y Mourinho

El mítico portero abandona los terrenos de fútbol.

Iker Casillas ha dejado el Oporto y se incorpora a un despacho del Real Madrid.

Del club blanco salió por la puerta de atrás como futbolista.

El Real Madrid está demostrando que tiene tanta facilidad para despedir por la puerta de atrás a mitos, Raúl e Iker Casillas, como capacidad para recuperarlos una vez retirados. Especialmente llamativo ha sido el fichaje de Casillas para ocupar un despacho.

El portero ha dejado el Oporto tras un año en el dique seco por el infarto que sufrió. Y con esta decisión deja los terrenos de juego tras más de tres lustros gloriosos en los que se convirtió en ganador de varias Champions con el Real Madrid y de un Mundial y dos Eurocopas con la selección española.

IKER CASILLAS ANTE SU NUEVA ETAPA VITAL

Iker Casillas ha decidido dejar atrás las rencillas con el Real Madrid a pesar de su disgustada salida de hace varios años tras caer ‘derrotado’ frente a José Mourinho, que realizó una exhibición pública de fuerza al conseguir forzar su salida del club.

En los últimos tiempos el deportista aspiró a pelear la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol a Luis Rubiales, pero quizás decidió descartar la intentona al advertir que el Gobierno central no le apoyaba lo suficiente y que el Real Madrid, de forma sorprendente, ha reclamado sus servicios fuera del césped.

CARNE DE LA PRENSA ROSA

Iker Casillas ha sido noticia tras conceder una entrevista a la revista Semana. El mito blanco asegura lamentarse porque no ha «estado con Sara (Carbonero) todo lo que debería» tras el cáncer que le ha sido detectado. La enfermedad de su mujer y su infarto «han hecho tambalear sus cimientos (…) Un golpe como el que sufrí el año pasado te hace poner los pies en el suelo. Se te quita la chulería rápido. Ahora solo disfruto de lo que me suma».

«Se que sigo aquí porque el médico estuvo rápido. Si no, me voy. Así que no estoy para memeces. Ahora no hay ningún médico que firme el alta para jugar», recuerda. Y no olvida que su marcha del Real Madrid «fue traumática, pero es mi casa. Rompimos como cuando se separa un matrimonio y te dices de todo».

SARA CARBONERO, VARIOS AÑOS EN EL DIQUE SECO

Sara Carbonero abandonó su puesto estrella en la sección de deportes de ‘Informativos Telecinco’ para marcharse junto a Iker Casillas a Portugal. La periodista madrileña, tras disfrutar de una carrera meteórica que arrancó en Marca TV, siguió en La Sexta y se consolidó en Telecinco gracias al inolvidable Mundial 2010 que ganó su marido junto a sus compañeros de ‘la Roja’.

Carbonero previsiblemente se reenganchará a la escudería deportiva de Mediaset, que ha ido desprendiéndose de varios de los derechos que rellenaban su atractivo catálogo y ahora anda centrada en realizar espacios de información deportiva y en cogestionar Real Madrid TV, controlado con mano férrea por el palco del club merengue.

IKER CASILLAS, ESTRELLA DEL CORAZÓN

La prensa rosa anda recuperando este verano a estrellas que parecían ‘amortizadas’ a nivel informativo. Es el caso de Iker Casillas, sobre el que algunos medios especulan por su posible crisis con Sara Carbonero. En el papel couché se habla sobre el posible divorcio del portero y la periodista cuyo beso en Sudáfrica 2010 dio la vuelta al mundo.

Otros personajes también han recuperado el tirón perdido. En algunos caso por una tragedia. Es el caso de Ana Obregón, que ha perdido a su hijo Alex. Mejor parecen irle las cosas a Enrique Ponce, que ha roto con Paloma Cuevas tras años de matrimonio aparentemente idílico. El torero se ha enamorado de Ana Soria, que va camino de convertirse en uno de los personajes rosas de 2020.

La joven de 21 años anda empeñada en desmentir que ella fue ‘la otra’ y está apostando por una calculada estrategia mediática para desactivar a los paparazzis mediante un exhibicionismo en las redes sociales que, en el caso de Ponce, parece al menos impostado. Menos lo parece en Soria, cuya madre dice despreciar a los medios que cubren el mundo del famoseo.